Allá por 2013 conocí este restaurante del matritense barrio de Salamanca que acababa de sustituir a Sula; en aquel entonces no ostentaba estrella Michelin alguna, ni mucho renombre; pero un camarero de allí era cliente de la tienda de vinos en que un servidor trabajaba, tienda cercana; y me animó a que me pasara un día. Me comentaba que gente tan renombrada como Robert Parker Jr, el gurú occidental del vino, se deshacía en elogios. Y me pasé por allí.
La fachada del restaurante, parcialmente cubierta por su propia terraza en la acera.
Me llamó pronto la atención la cantidad de jamón ibérico de marca Joselito que tenían, con diversas añadas y a buen precio, pese a lo caro que suele ser; después me habría de enterar de que José Gómez, artífice de Joselito, es uno de los propietarios de Sula Restauración, matriz del restaurante. El otro artífice es Cayo Martínez, de la Catedral de Navarra, cuyos productos, oh sorpresa, también se encuentran aquí y allá en la carta de Álbora.
La barra en penumbra e, iluminado, el maestro cortador de jamón en plena faena.
Por aquel entonces yo comía carne y no había probado el Joselito, y debo decir que el gran reserva de la añada de 2006 me supo a gloria. La cuestión es que en aquel tiempo, además de sí comer carne, aún no tenía este blog, así que, aunque fui dos veces, no se me ocurrió tomar ni media foto. Uno va a comer, ¿no? Y a charlar con los comensales, pero el rollo instagramero de fotografiar lo que se come llegó después y, a mí, no con las redes sociales sino con Bebercio. En fin, sigamos.
Como se aprecia en esta foto, hay dos pisos con funciones diferenciadas y complementarias: en el bajo está la barra, que vimos antes, y también la cocina, que veis bien ahora. Junto a la barra, mesas altas; al fondo, mesas bajas. En el piso superior se adivina, sobre la cocina y la barra, la bodega; el ventanal de la derecha esconde la sala, para almuerzos y cenas más formales.
El jefe de cocina ha cambiado a lo largo de los años: David García, Raúl Prior, Agustín González, Juan Antonio Medina... La última vez que he estado, celebrando el 29 de febrero de este año, había cambiado otra vez, y no tengo idea de quién está ahora al frente de los fogones.
Veamos algunos de los platos que se sirven en la barra (quizá en futuras visitas ampliemos con los del restaurante):
Un aperitivito por cuenta de la casa: caña de lomo ibérico Joselito y huevos rellenos. No aptos para los que, como vuestro servidor, no coman carne. Me dieron fe de que estaban muy buenos.
Ensalada de burrata, sardina ahumada, tomate cherry, pesto: el pesto es casero, los tomatitos están pelados, la sardina tiene el ahumado justo y la burrata muy buena consistencia. Muy logrado.
Fideuá de mejillones con toques cítricos: aquí han pinchado. Mucho fideo y poco mejillón, falto de aroma y sabor, pesado... No lo pido más.
Tacos de merluza de pincho y tártara: en este plato habla el producto, que es de calidad. El rebozado es muy fino, y la salsa, casera. Muy rico.
Brocheta de pato, salsa de setas y cardamomo: si sois carnívoros, os gustará. Acompañado de champiñones a la parrilla.
Macedonia de frutas, jugo de naranja y haba tonka: de nuevo, que hable el producto. El mango y las frambuesas, perfectamente madurados, estaban espectaculares. Arándanos y plátano no desmerecían. Y el toque de haba tonka al zumo resultaba muy curioso.
[Actualización a 23 de marzo de 2022: justo después de nuestra visita, Álbora cerró debido a la pandemia. Lo que tenía que haber sido temporal es ya algo permanente, y un cartel gigante en la puerta nos informa hoy de que el local está en venta].
Álbora
Propietarios: José Gómez y Cayo Martínez
Jorge Juan 33, 28001, Madrid
+34 917 816 197
http://restaurantealbora.com/index.html
Menú de degustación corto: 69 € / Largo: 89 €
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