L'Atelier de Joël Robuchon London

Mis disculpas por la ausencia de entradas relativas a restaurantes los dos pasados jueves. Para compensar, os voy a hablar de uno bien famoso.

En julio del año pasado invité a mi amiga Lola, que vivía en Londres, a comer a l'Atelier de Joël Robuchon, en el distrito de Covent Garden, donde también está una cafetería maravillosa de la que hablamos hace poquito, Monmouth.

Joël Robuchon es uno de los chefs más famosos del mundo. Dirige una docena de restaurantes en tres continentes que le han valido más estrellas Michelin que ningún otro cocinero en el mundo entero. La prestigiosa guía Gault Millau lo eligió "Chef del siglo", le han concedido toda clase de honores y tiene una legión de discípulos que han alcanzado, a su vez, lo más alto del podio culinario.

Cuando nosotros fuimos, en 2013, el restaurante tenía dos estrellas Michelin; hoy solo tiene una. A fin de cuentas, la guía es algo que cambia, y los lugares a veces se lo curran más y otras menos (o los inspectores están de un humor u otro). El lugar ocupa un edificio entero, y está decorado íntegramente en negros y rojos, con predominio de la madera (lo que ha llevado a varios críticos a compararlo con una caja bento de los restaurantes japoneses).

 A esto se refieren los críticos con la comparación. Son las fiambreras típicas de los japoneses, y acostumbran a tener esta combinación de colores (la imagen es de Internet).

En el primer piso está el atelier, que en términos de restaurante hace referencia a una barra con asientos alrededor de la cocina, cuyo trajín pueden observar los comensales. Esta parte es la que ha merecido los mayores honores y a la que fuimos nosotros. En el segundo piso hay una sala más convencional, con mesas y sillas y en la que los camareros van y vienen, y en el último piso hay una coctelería. Todo muy chulo y bastante caro.

Esta foto, que he sacado de la página de Joël Robuchon, muestra el atelier. Taburetes dispuestos alrededor de la cocina. Poco espacio para los comensales. Colores negros y rojos, como os decía.

Nosotros nos sentamos en los dos asientos a la derecha del todo, un poquito alejados del trajín de gente.

Estuvimos bastante cómodos para tratarse de una barra apretada con taburetes, la verdad. Gran parte del mérito es del personal, compuesto básicamente por chavales formándose que vienen de todas partes del mundo para decir que han estado aquí, y que son muy majetes y te contagian su entusiasmo. Para que os hagáis una idea, hablando de los vinos con nuestra cocinera-camarera, terminó ella misma escribiéndonoslos en una hojita, mirad:

Habíamos elegido la opción de menú maridado, que incluye una copa de vino diferente para cada plato, incluidos los postres. Este vino, por ejemplo, era un Toques & Clochers Chardonnay 2009, del sur de Francia, concretamente de Languedoc-Roussillon. Los vinos del restaurante, en general, son franceses (cinco de seis en nuestra experiencia; la excepción era de Australia).

L'amuse-bouche: espuma de huevo, foie y reducción de oporto, todo en un vasito para, como el nombre indica, ir abriendo boca. La decoración de la barra, pese al escaso espacio, era interesante, como podéis apreciar tras el entrante.

Huevo cocido a baja temperatura con muselina de berenjena y shiitake: ah, el omnipresente huevo a baja temperatura del que ya hemos hablado varias veces. A mediados del año pasado ya estaba más visto que el telediario, aunque no deja de ser un plato rico (claro, por eso insisten).

Judía verde con wasabi, champiñón y lascas de foie: una presentación bien hermosa. Es una combinación sorprendente, con la pungencia del wasabi, el sabor del foie y la combinación chocante de texturas. Y unas florecitas comestibles dan color al conjunto. Un plato genial.

Risotto de guisantes con cogollitos y grana padano: de nuevo varias texturas mezcladas, entre el risotto, la espuma que lo rodea, los cogollitos a la plancha y el queso en finas lascas.

Y espero que os guste la foto, porque... aquí se quedó la cámara sin batería.

 

 

Qué rabia, porque todavía quedaban los postres. He buscado en Internet fotos equivalentes a los que tomamos, pero no termino de encontrarlas, no tienen la misma factura. Así que me limito a contaros: en mi caso (perdón por ponerme delante, pero tiene sentido), tomé quesos robiola y comté. Ya sabéis que soy un enamorado del buen queso. El comté es el queso con denominación de origen de mayor producción en el país galo; por su parte, el robiola es un queso italiano elaborado con mezcla de leches y de origen antiquísimo. Para cerrar con dulce, os cuento que mi amiga se tomó un postre llamado L'arabica, una invención de Robuchon consistente en helado de café cargado y crujiente de cacao sobre un sabayón aromatizado con chocolate de Madagascar.

L'Atelier de Joël Robuchon London

Jefe de cocina: Joël Robuchon / jefe de cocina ejecutivo: Xavier Boyer

13-15 West Street, WC2H 9NE, Londres

+44 (0) 207 010 8600

http://www.joelrobuchon.co.uk/

Set Lunch & Pre-Theatre menu (tres platos): £36 (sin maridaje) / £55 (con maridaje)

Menu Decouverte (8 platos): £129 (sin maridaje) / £194 (con maridaje) / £214 (con maridaje de vinos franceses)