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viernes, 17 de abril de 2015

Gonzalo de Berceo gran reserva 1999 (con 15 años de guarda)

Gonzalo de Berceo fue un poeta medieval castellano (digo castellano, y no español, porque en el s. XIII todavía no existía España como tal, y el pueblo de Berceo, en La Rioja, pertenecía a Castilla).

También os puedo decir, gracias al que fue mi profesor de lengua y literatura en primaria (el gran don Antonio) que la obra maestra de este poeta es Milagros de Nuestra Señora, escrita hacia 1260 en cuaderna vía o tetrástrofo monorrino, estrofa propia del mester de clerecía, del que Gonzalo de Berceo es el máximo exponente. Gracias, don Antonio.

Del poeta toma su nombre el vino que hoy catamos, también riojano. Aunque no es tan antiguo como aquel, es un vino viejo: nada menos que de 1999, y lo estamos catando en 2015. Os recuerdo que ayer también llegó a Bebercio un vino de 1999 catado en 2015, y resultó excelente. ¿Habrá doblete? Veámoslo:

Gonzalo de Berceo gran reserva 1999
Bodegas Berceo SA
DOC Rioja
13%
Catado el 13 de abril de 2015.
  • Granate anaranjado turbio y sin apenas brillo, con ribete teja.
  • Intensidad aromática media: rosas fragantes (no marchitas, como cabría esperar en un vino viejuno), balsámicos, fruta roja deshidratada (pero no pasada ni en compota: es como las frutas secas que vienen con muchos cereales de desayuno, por ejemplo los Special K de frutas rojas que tengo en el armario), bayas de goji. Bosque umbrío, hojas secas. Aunque indudablemente tiene, sorprende que no presente más aromas de evolución.
  • Muy suave, con acidez marcada pero no disparada. Paso ligero, salino. Final más tánico de lo que esperaba, vuelve a sorprender. Persistencia media. Por vía retronasal hay más bayas de goji, y no aparecen defectos causados por la oxidación.
El corcho se desmigó y se rompió. Además, podéis ver en el hombro de la botella la tremenda cantidad de posos presentes. Para colmo, la cápsula estaba pegajosa y manchaba. Y el vino con 15 años cumplidos. Todo auguraba que iba a ser un desastre, pero... afortunadamente resultó muy majo. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida...


Tanto el vino de ayer como el de hoy eran grandes reservas españoles que habían cumplido ya los 15 años y que, pese a todo ese tiempo, han terminado resultando muy ricos. Es cierto que el de ayer era mejor que el de hoy (las cosas como son), y que había envejecido mucho mejor asimismo, pero... cuando salieron ambos al mercado, hará una década, la diferencia de precio era de diez a uno (200 pavos frente a 20).

Juzgar si un Único es cualitativamente el décuplo del vino catado hoy es un jardín que prefiero dejaros a vosotros. Eso sí, hemos comprobado que los dos pueden envejecer 15 añitos en buenas manos. El de ayer, todo sea dicho, podría envejecer más; mientras que el riojano estaba ya en su límite.

Un besazo, hasta mañana.



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