La tomé en Kulminator, una cervecería de Amberes célebre, entre otras cosas, por su carta de cervezas viejas. En una cava acondicionada del establecimiento tienen muchísimas cervezas envejeciendo, clasificadas por añadas, y uno puede escoger la que más rabia le dé para tomarla allí mismo.
Esta es la cava de guarda, repleta de cervezas que reposan hasta adquirir su momento adecuado (en función del gusto de cada uno).
Orval. Cerveza trapense belga (con 10 años de envejecimiento). 6,2%.
Catada el 20 de mayo de 2015 en Kulminator, Amberes.
- Cobre ambarino con crema beige que no desaparece en ningún momento.
- Intensidad aromática muy alta: predominan notas primarias, sobre todo de fruta roja madura y mermelada de fresa. También rosas y chocolate blanco. Las notas secundarias típicas de esta cerveza en su juventud están aún presentes, pero en un segundo plano.
- Carbónico escaso. Entrada muy seca. Un gran equilibrio entre multitud de sabores: acidez fresca, umami sabroso, metal elegante, amargor contenido. Cuerpo medio y persistencia también media. Formidable.
Una circunstancia excepcional posibilitada por una cerveza excepcional en una cervecería excepcional. Un momento memorable.
Si ampiáis la foto, podéis leer en el costadito de la etiqueta la fecha de embotellado, hace más de una década.
Si ampiáis la foto, podéis leer en el costadito de la etiqueta la fecha de embotellado, hace más de una década.
¡Qué curioso lo de la cava de guarda! No sabía que eso existiera en el caso de las cervezas.
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