Château Potensac 1990

Voy a compartir con vosotros un pensamiento: prácticamente todos nosotros celebramos la Nochevieja, el último día del año; es habitual también celebrar el cumpleaños. ¿Qué tienen en común estos dos eventos, aparte del hecho de suponer, como acabo de decir, una fiesta? Pues su periodicidad: ocurren una vez al año.

Esto me llevó a pensar, hace ya más de una década, que deberíamos celebrar como fecha todavía más señalada el 29 de febrero, pues tiene lugar solo una vez cada cuatro años (así que el fiestón debería ser cuatro veces mayor que el de Nochevieja o el de cumpleaños). Ni corto ni perezoso, decidí que desde entonces iba a celebrarlo, claro que sí.

El año que viene, 2016, será bisiesto, así que habrá fiesta (fiesta bisiesta o bifiesta, no puedo resistir los juegos de palabras). La última vez, hasta hoy, que hubo 29 de febrero fue en 2012. Aquel año, para celebrarlo, mi familia y yo fuimos a cenar al madrileño restaurante Aldaba y, al descorche, llevé el vino que ahora os traigo; allí lo decantaron y sirvieron adecuadamente. Catémoslo ahora nosotros:

Château Potensac 1990
Delon-Liquard
AOC Médoc
13%
Catado al descorche en Aldaba el 29 de febrero de 2012.

• Granate cubierto con ribete teja, turbio y no muy brillante.
• Muy complejo: cedro, pimienta negra, grafito, pizarra, un fondo de fruta negra confitada (ciruela, grosella negra). Monte bajo, un toque cremoso de los taninos, caramelo duro de café. Una nota interesante de laurel.
• Muy potente todavía, aunque fresco y ligero en su paso por boca. Persistencia media. En retronasal, balsámicos y minerales.

Un gran vino de una de las denominaciones más afamadas de Burdeos. En su momento valía unos 60€: caro, pero no penséis que carísimo.

Se suponía que debía consumirse antes de 2007, pero nosotros lo tomamos un lustro después y seguía imponente (se notaba la evolución, pero en este caso era un valor añadido).

La foto no es mía, la he encontrado en Internet. Mis disculpas.