Majestic Café

Considerado uno de los cafés más hermosos del mundo, el portuense Majestic es una verdadera institución en la segunda ciudad de Portugal, tanto que aparece en todas las guías y planos como una de las visitas obligatorias de la ciudad del final del Duero. Resulta casi imposible entrar en él sin guardar cola y sin sortear miríadas de turistas, algo que lo aleja de la filosofía de una cafetería para acercarlo más a la de un museo; sin embargo, no deja de merecer la pena la visita, aunque solo sea una vez. Además, en un país donde te dan café bueno en cualquier rincón y, además, baratísimo, resulta chocante (cuando menos) tener que pagar tres pavazos por un café solo.

La imagen de aquí arriba es bien difícil de conseguir: la fachada sin gente. Está en una calle peatonal muy transitada (Santa Catarina) y, como os decía, es por sí mismo una atracción. Esta foto es de un lunes (día que cierran) y tempranito, por eso no tiene gente.

La decoración es modernista, es decir, lo que en francés se dio en llamar art nouveau: formas sinuosas y motivos vegetales, obra del arquitecto João Queirós. Fachada de mármol y cristal e interiores decorados con espejos, madera y estuco.

Así es como se encuentra normalmente: de bote en bote, colmado de turistas. Los techos altos, los espejos y la delgadez de las columnas hacen que el espacio parezca mayor de lo que es (y eso que no es pequeño). Preparaos para esperar hasta encontrar mesa y, después, hasta ser atendidos, porque tal aglomeración se hace sentir en los tiempos, aunque los camareros son bastante eficientes.

Un detalle de la decoración: estucos, dorados y maderas nobles; angelotes y caras sonrientes.

En la parte de atrás tienen una pequeña terraza interior, dividida en dos espacios por unas escaleras. El primer espacio es muy recoleto y solo tiene una mesa, junto a un curioso lavabo funcional (y con espejo) que han puesto en medio porque sí. Esa mesa es muy interesante y también muy codiciada. El segundo espacio, tras subir unas escaleritas, está más alejado y es más vulgar.

 Este es el espacio primero, con su lavabo ahí, en medio, junto a esa casita tan cuca. La mesa queda a la izquierda, fuera de la foto.

Aquí tenemos un café expreso doble, muy abundante y servido con su crema perfecta en vajilla firmada. ¿De cuánto hablamos? Si el café solo salía por tres euros, el doble se queda en cinco.

Un verdadero disparate, sobre todo en un país donde un café rara vez llega al euro. Se asume que lleva incluido el precio de la entrada a este establecimiento que, como es decía al principio, es más museo que cafetería.

Majestic Café
Rua Santa Catarina 112, 4000-442, Oporto
+351 222 003 887
http://www.cafemajestic.com/en/Utilities/Homepage.aspx
Espresso: 3 € / Espresso doble: 5 €