Para irnos situando, aquí tenéis una foto nocturna de la catedral de Amberes, con su gigantesca torre de 123 metros (la idea original es que fueran dos, pero nunca se ha llegado a completar la segunda). La foto la he tomado hace tres semanas, y os permite haceros una idea de la iluminación nocturna que tiene el edificio. Tela.
Bien, dejemos la catedral y volvamos al restaurante (porque del hotel no nos vamos a ocupar). Se llama The Glorious, y está dividido en dos pisos. Nada más entrar nos encontramos una barra, cuyo techo tiene un artesonado formidable, y tres o cuatro mesas junto a unas cristaleras. De ahí se sube al segundo piso por unas escaleritas, donde hay más mesas en dos ambientes separados.
La barra, con el artesonado magnífico del que os hablaba.
Los dos ambientes del segundo piso, separados por unos escalones.
Pese a estar en Bélgica, meca de la cerveza, en este establecimiento se limitan a tener una lager por si acaso y ya está. Ellos se precian de su carta de vinos, que incluye referencias exclusivas, y de sus ginebras, que también están elaboradas en exclusiva para ellos. Así pues, amantes de la cerveza, olvidaos de la birra y mentalizaos: aquí se bebe vino o gin.
En lo que se refiere a la zampa, los precios no son disparatados, sobre todo si recordamos que este es un restaurante con estrella Michelin. Hay un menú ejecutivo por tan solo 35 pavos, por ejemplo, que incluye hasta la copa de vino. La cuestión gastronómica se abre en dos menús, uno de cuatro platos y otro de seis. Nosotros optamos por el más moderado, que estábamos cenando y tampoco era cuestión de irse a la cama con el estómago lleno. Vamos a ver los platos.
Entrantes de la casa: a la izquierda, quisquilla, camarón, huevo de codorniz, tomatito pelado y adorno de cúrcuma; a la derecha, rulo de queso de cabra, espárrago a la plancha y crema de guisantes.
Ensalada de primavera con cangrejo de río, crema de guisantes jóvenes, espárrago blanco y emulsión del propio cangrejo de río. La vajilla, que os muestro entera, es una chulada. Lo que hay a la derecha dentro del plato, con una florecita violácea encima, es un hojaldre fino relleno de crema de cangrejo de río y coronado por un filetito de anguila ahumada. La bomba.
Os sigo poniendo las fotos en planos abiertos para que disfrutéis de la vajilla, que lo merece. En este caso tenemos lubina salvaje, kai-soy, setas de haya, salsa de jengibre y citronela. Vayamos por partes: kai-soy o khao soi son fideos troceados originarios de Birmania (Myanmar); las setas de haya provienen de extremo oriente y pertenecen a la especie Hypsizigus tessellatus; finalmente, la citronela, limonaria, limoncillo o hierba limón es la gramínea Cymbopogon flexuosus, con un aroma que recuerda al cítrico que le da nombre.
El plato de carne es trío de lechal Limousin: el cordero de Lemosín (región del centro-sur de Francia) disfruta de protección especial bajo la figura IGP (Indicación Geográfica Protegida). Aquí tenemos solomillo, chuleta y, oído al parche, la glándula tiroides rebozada. Todo ello acompañado por verduras mediterráneas a la parrilla, judías y reducción del propio jugo del cordero con romero.
El postre: fruta de la pasión, cremas de mango y frambuesa, sorbetes de yogur y maracuyá, frutas rojas. Muy elaborado y, afortunadamente, no tan pesado como puede parecer en la imagen, ya que las cremas eran frescas y ligeras y los sorbetes muy refrescantes.
Para terminar, café y petits fours. Siempre os lo digo, y hoy no va a ser la excepción: este aspecto es fundamental y muchos restaurantes lo descuidan. No obstante, en The Glorious no es el caso, ya que el café es de gran calidad, la vajilla (como ocurrió el resto de la noche) bien bonita y el acompañamiento, de lo más interesante: suspiros de modistilla, rocas de chocolate blanco, onzas de chocolate negro y blanco, mousse de café.
The Glorious
Jefe de cocina: Johan Van Raes
De Burburestraat 4a, 2000, Amberes
+32 32 370 603
http://www.theglorious.be/
Glorious Menu (aperitivos, 3 platos y postre): 65 € / Prestige Menu (aperitivos, 4 platos y 2 postres): 95 €
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