Los feniletanoides del AOVE

Con semejante título es posible que ya haya asustado a tres de los cuatro seguidores que tengo, vaya faena. Pero si alguien sigue todavía ahí, igual esto le termina interesando. O no, quién sabe.

El olivo, cuyas mayores plantaciones se encuentran en España (especialmente en Andalucía), es un árbol impresionante, que aguanta todo tipo de suelos, resiste sequías y llega a vivir miles de años. Es la variedad doméstica del acebuche, y ambos responden al nombre científico Olea europaea.

Y, encima, es imponente como ornamental en parques y jardines.

Vale, hecha la introducción sobre el olivo, os voy a contar, por encima, que los feniletanoides son compuestos fenólicos caracterizados por presentar estructura derivada del alcohol fenetílico, un alcohol primario aromático. Todo esto no tiene mayor mérito que haber investigado un pelín en la Wikipedia, no os vayáis a creer.

Los feniletanoides que a nosotros nos interesan son dos; los dos son sanísimos y los dos están presentes en el AOVE (aceite de oliva virgen extra, por supuesto): oleuropeína y oleocantal.

La oleuropeína, cuyo nombre claramente deriva del científico del olivo (Olea europaea, como ya dije), es la responsable de uno de los tres atributos que tenemos en cuenta a la hora de catar el aceite: el amargo. Es, además, anticancerígena.

Nuestra amiga la oleuropeína.

El oleocantal es el responsable de otro de estos tres atributos: el picante (la sensación ardiente que tenemos al tragar AOVE). Mientras la oleuropeína no está aún muy estudiada, el oleocantal ha sido sujeto de numerosas investigaciones que le han descubierto cantidad de propiedades saludables: antiinflamatorio, antioxidante, previene problemas cardiacos, previene la enfermedad de Alzheimer, la artritis y, también, el cáncer.

Nuestro amigo el oleocantal. 

Las imágenes de ambas fórmulas las he sacado de Wikipedia.

La cuestión es que el AOVE, tan importante en la dieta mediterránea, demuestra una vez más, en esta ocasión a nivel médico-químico, sus propiedades saludables, conocidas desde hace milenios de forma empírica. Tomadlo, que es muy sano y está muy rico.

Un último apunte: hemos dicho que la oleuropeína es responsable del amargo del AOVE y el oleocantal de su picante; el tercer atributo relevante en la cata es el frutado (sin el prefijo "a-"), que depende más de las variedades de oliva, las condiciones del olivar, el clima y el proceso de elaboración.

Espero que os haya resultado interesante. Besos y abrazos, nos vemos mañana.