No obstante, de unos años a esta parte, han ido apareciendo en otras ubicaciones fuera de Bélgica: Países Bajos (con La Trappe como pionera y Zundert mucho más reciente), Austria (Engelszell), Estados Unidos (en el estado de Massachusetts encontramos la abadía de Spencer) y, en Roma, Italia, la abadía Tre Fontane, que solo elabora una birra: una tripel con eucalipto (cultivado en los jardines de la abadía por los monjes), la cual vamos a probar ahora mismito.
La encontré en la abadía de Achel, asimismo trapense, que, como bien sabéis, tiene una pequeña porción en suelo neerlandés y el resto en territorio belga. Desde allí, la botella viajó en el maletero del coche hasta Luxemburgo, donde fue catada. Así pues, el Benelux entero para esta cerveza italiana, cuya cata se escribe en español. Sin fronteras saben mejor las cosas.
Vuestro sumiller de cabecera frente al monasterio de Achel. En ese coche (el descapotable, ninguno de los dos formidables DAF 66 que lo flanquean y que pertenecían a miembros de un club automovilístico) volvió nuestra cerveza de hoy, junto a otras, a Luxemburgo, a ser catada.
Tre Fontane tripel. Ale trapense italiana con eucalipto. 8,5%
Catada el 8 de agosto de 2017.
- Ámbar oscuro y turbio, con gran presencia de sedimento. Crema blanquecina muy abundante pero que disminuye rápidamente, pese a lo cual una pequeña película se queda cubriendo la birra para los restos.
- Intensidad aromática muy alta: un marcado y evidente cilantro en semillas (no las hojas), pimienta blanca, clavo, cítricos varios (que se relacionan con el cilantro), flores blancas, menta piperita, galleta y, sí, también eucalipto (aunque bastante sutil, nada al lado del cilantro).
- Amplia y redonda, bastante sedosa pese al evidente (y agradable) carbónico. Acidez fresca en el paso, justo antes del largo y equilibrado amargor. Persistencia elevadísima. Guau, qué pasote.
Jo, qué rica. La distribución empieza a no ser un problema, así que deberíais encontrarla en tiendas especializadas aquí y allá.
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