Durante el periodo Edo (bajo el shogunato Tokugawa) de la historia de Japón, se diseñaron y fabricaron unas barricas de madera especiales para transportar sake: su nombre era komodaru. Aunque hoy día siguen existiendo con esa función, resulta que la mayoría de las actuales cumplen otra meramente decorativa (igual que le pasa a muchas barricas de vino en los bares de medio mundo).
Este es el nombre que los madrileños Panda Beer le han dado al último birrote que ha salido de su imaginación, una imperial porter envejecida en barricas de whisky (sí, de whisky, no de sake: resulta que el nombre es engañoso).
Komodaru. Ale negra estilo imperial porter envejecida en barrica de whisky. 9,3%
Catada el 3 de junio de 2018.
- Nigérrima, brillante, de capa muy cubierta, con crema color moka, espesa pero muy efímera.
- Intensidad aromática elevada: de entrada, torrefactos (caramelo, café, humo); cuero, gominola de regaliz. Después, con la temperatura, fruta negra (pan de higo, prunas); también aceto balsámico y salsa Perrins. Muy compleja.
- Ataque dulzón y muy cremoso, sin apenas carbónico. Muy potente. Final muy amargo pero sin estridencias, gracias al equilibrio que proporcionan la acidez y el azúcar residual. Persistencia muy elevada. Riquísima, pero cuidado: emborracha cosa fina.
Es cara: en tienda, el tercio ronda los cinco pavetes; en bar puede llegar a los ocho.
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