Hay productores especializados en este tipo de cosas: hacer un vino en un lugar expresamente para otro mercado, incluso a medio mundo de distancia. ¿Cuál es el problema? Salvo honrosísimas excepciones, no suelen tener una gran calidad. ¿Es este caso una de esas excepciones? Me temo que no. Una pena.
La verdad es que apelaba, y mucho, a la vista: botella chula, etiqueta currada, nombre interesante, y una mezcla de uvas peculiar, ya que es un tinto que incluye uva blanca: junto a syrah y mourvedre, hay un pequeño porcentaje de viognier. Todo hasta aquí muy guay. Vayamos a la cata:
The Wolftrap 2017
Boekenhoutskloof Franschoek
WO Western Cape
14,5%
Catado el 9 de septiembre de 2018.
- Picota de capa media-alta con ribete cereza. Lágrima muy abundante.
- Empieza reducido. Al abrir, frutas rojas (fresa, frambuesa, grosella), pimienta rosa evidente y una nota cárnica y ahumada (jamón de York).
- Potente, verde, con taninos que rascan desde el principio, pese a los cuales resulta que la persistencia es más bien baja. Para colmo el final es muy licoroso, tirando a demasiado. Bah.
Como os decía, el aspecto visual está muy cuidado: etiqueta, botella, hasta el color del vino. Bebérselo ya es otro cantar.
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