Autonomy Lost

Hoy os voy a presentar una birra raruna por varios aspectos. Aunque nos la trae Birrificio White Pony, que es una empresa italiana, la he etiquetado como belga. ¿Por qué? Porque se la elaboran los de Het Nest en Flandes. Esto de las cerveceras nómadas es un lío, porque nunca sé bien qué nacionalidad prima, si la del que tiene la idea o el elaborador. No tengo un criterio claro, veréis que unas veces opto por unos y otras por otros.

Otra cuestión es que tiene la torta de lúpulos, nada menos que ocho; cuando uno mete tantos lo más probable es que ninguno prime y tengamos un batiburrillo. Es como en el vino: un polivarietal de ocho uvas distintas es un zipizape en el que uno no se termina de enterar. Eso sí, puede salir rico.

Y, antes de abrirla, enfrentémonos a la etiqueta más fea que he visto en mucho tiempo (en la foto, tomada en la Polar, la veréis). Pero todo esto es accesorio, catemos, que es lo que importa.

Autonomy Lost. IIPA italiana elaborada en Bélgica. 9%
Catada el 9 de mayo de 2019.

• Para empezar, un géiser: al abrirla sale disparada (esto en inglés se denomina gusher). Cuando se asienta y la servimos resulta que la etiqueta era un fiel reflejo de la fase visual: estamos ante la birra más fea que he visto en mi santa vida, y hablamos de más de mil. Es de color marrón feo (no os digo más, imaginad), muy turbia, con crema espumosa y pegajosa de color amarillento. Vamos, que muy apetecible a la vista no resulta.
• Intensidad aromática elevada: tiene cosas majas, como cítricos y jengibre, pero también huele, y bastante, a tierra.
• En boca empieza seca y potente para dar paso a una acidez descompensada y terminar con un amargor sorprendentemente bajo y una persistencia muy breve. Bah.

Fea por fuera, fea por dentro.