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miércoles, 16 de abril de 2014

Westmalle dubbel 75 cl

Lo prometido es deuda, y aquí está, como anunciaba ayer. Cuando estuve el año pasado me traje una botella de tres cuartos de Westmalle dubbel (se encuentra con relativa facilidad, no hace falta viajar) y la dejé casi un año entero reposando. El día 14 de marzo vinieron unos amigos a casa e hicimos una cata de cerveza belga (probamos una docena de cervezas distintas, estuvo genial) y, por fin, la abrí. A ver la cata:
  • Marrón oscuro con irisaciones ambarinas, de capa cubierta y crema consistente.
  • Intensidad aromática elevada: miel, cera virgen, caramelo líquido, prunas, dátiles... Nota láctea muy interesante que no noté en las botellas de 33 cl.
  • Consistencia de mousse (carbónico integrado). Dulzona, viva, con un largo final sin amargor. Deliciosa.
Como podéis ver, sí hay ciertas diferencias respecto a la botella normal: la nota láctea, menos notas torrefactas y más de fruta seca, consistencia de mousse, una presencia incluso menor de amargor... En todos los casos coinciden el color marrón, la crema abundante, la nota golosa de caramelo, cierto dulzor, buena persistencia en boca y el hecho subjetivo de parecerme formidable. No está mal, no.
A continuación, la foto de mi cuadernito en que están las etiquetas junto a la cata:



Aunque esto tenía que ser una nota de cata, vamos a soltar un poco de rollo teórico, que parece venir a cuento: ¿por qué varía la cata de la botella de 33 cl a la de 75?

El motivo es una cuestión que tiene que ver con la relación superficie/volumen. El líquido que está en contacto con el vidrio es el que se estropea más rápidamente, mientras que el resto está protegido por esa misma capa. Al agrandar las botellas, la superficie aumenta al cuadrado, pero el volumen lo hace al cubo. Es decir, que cada vez hay más líquido protegido en relación al que está expuesto, y la evolución general será más favorable al haber un porcentaje menor de líquido que se estropea. Esto es válido con la cerveza y también con el vino: el ejemplo paradigmático es el de las botellas magnum (1,5 l) frente a las normales (0,75), que incluso se catan como entradas distintas en las guías.

Vale, me parece que con esto hemos hablado bastante de Westmalle dubbel. Solo me queda desearos que os guste tanto como a mí. Un abrazo y gracias por vuestra atención.

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