Estoy pegándome con el teclado del ordenador del hotel, esta vez en Dinant, Valonia, donde hace dos siglos naciera Adolphe Sax, inventor del saxo, alucinante instrumento musical. El caso es que hoy he tenido el privilegio de terminar el circuito por los monasterios trapenses belgas que elaboran cerveza, y he probado una rareza: la Petite Orval, cerveza que solo puede degustarse en el bar anexo al monasterio (À l'Ange Gardien) y solamente de grifo (15 o 25 cl, el que quiera algo mayor que repita, como yo).
Os contaré detalles de la hermana mayor (la Orval, una de las birras más alucinantes que se puede uno echar al coleto) en futuras entradas, pero vaya por delante la nota de cata de esta rareza.
Petite Orval. Cerveza trapense belga. 4,5%
Catada el 11 de mayo de 2014 À l'Ange Gardien.
- Color miel-dorado muy turbio. Crema marfil espesa y consistente.
- Intensidad aromática elevada: naranja, melocotón, maracuyá, miel, levadura, bizcocho. Mucho más fácil que su hermana mayor (tranquilos, llegará en breve). Menos aromas secundarios que aquella. Me parece que le meten lúpulos de moda, particularmente simcoe. Huele como una mezcla entre una IPA y la Orval normal.
- Seca, pungente, punzante, fresca, amargosa. Persistencia media. En retronasal aparecen notas de pan ácimo.
Aquí me tenéis, en plena cata, bolígrafo en mano, de la muy elusiva pequeña Orval.
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