Ámbar Export

Sigo con mi idea de probar cosas asequibles para contrarrestar las carísimas que probamos hace unos meses. Hoy, una birra que no llega a costar un euro el tercio (en el híper, claro, no en bares): Ámbar Export, de La Zaragozana.

Hablando de bares, el único de Madrid en el que he tenido la suerte de encontrar esta cerveza es el Héroe, en el barrio de Las Letras, a tiro de piedra de la calle Huertas. Un disco-bar muy recomendable si os gusta la música ochentera. Supongo que en Zaragoza te pondrán esta birra en cualquier bar, pero, muy a mi pesar, salgo menos de marcha por la capital maña de lo que me gustaría.

El Héroe un miércoles (cualquier otro día estaría petado).

Al loro las carátulas de los discos. Qué horteras eran los 80.

Los de La Zaragozana elaboran esta cervecica con tres maltas distintas (algo que están aprovechando en la campaña publicitaria actual): una caramelizada en verde, otra de alto tostado y una última llamada Schlaffer que, dicen, producen en su maltería de principios del siglo XX. Ahí queda eso. Además, la cerveza se somete a doble fermentación. Resultado: mucho cuerpo y 7% de alcohol.

Esta la he catado no una ni dos, sino tres veces. Vamos allá:

Ámbar Export. Lager española. 7%

Catada el 14 de noviembre de 2013 (1ª cata).

• Dorado anaranjado de capa abierta, burbuja gruesa y crema nívea.
• Intensidad aromática media-alta: porridge, hierro, miga de pan, algo de miel.
• Potente, fresca, algo acuosa y metálica. No muy larga.

Catada el 5 de marzo de 2014 (2ª cata).

• Ámbar abierto con mucho carbónico. Crema marfil abundante.
• Hierro, galleta, toffee.
• Potente, dulzona, muy amplia. Amargosa, más larga de lo que recordaba.

Catada el 13 de julio de 2014 (3ª cata).

• Ámbar profundo. Capa abierta. Crema color hueso duradera.
• Caramelo, canela, galleta, cáscara de naranja.
• Ataque dulzón. Con cuerpo, potente, gran amargor final equilibrado por la acidez. Sí es larga.

A partir de las tres catas podemos concluir que, visualmente, es de color ambarino, de capa abierta, con abundante carbónico; también que la crema es abundante y que no me entero del color (se ha ido oscureciendo con cada cata; o han ido tostándola cada vez más o yo no me cosco, opto por esto último).
Olfativamente: hay notas golosas (miel, toffee, caramelo, canela), metálicas (hierro) y de cereal (miga de pan, galleta, porridge). Gustativamente estamos ante una birra potente, amplia, con buena acidez y buen amargor final. De nuevo, o la persistencia ha ido aumentando a la par que se oscurecía la crema, o yo no me entero. Vuelvo a optar por lo segundo en este aspecto. Y es que las catas varían por muy profesional que uno sea; por eso, insisto, conviene catar y volver a catar. Campana sobre campana, y sobre campana una (dos, tres)...

Gracias por vuestra atención. Como siempre, un placer.