El prensado de uva para estos espumosos se realiza a solamente 1 atm, esto es, el equivalente a la presión de los dedos. Así de delicados son. Todo el mosto se ve sometido a fermentación maloláctica. Para colmo solo hacen champanes de añada, y en las añadas malas directamente pasan de sacarlo al mercado, ea (esto también lo hace Salon). De media, desde el inicio de la producción, solo ha salido Dom Pérignon 6 de cada 10 años.
Se trata de un champán no oxidativo, que sigue el precepto del monje benedictino epónimo (Dom Pérignon, coetáneo del Rey Sol, que se pirraba por su vino): "la peste para el vino es el aire". Esto da lugar a vinos muy sutiles, poco exuberantes; con reducida variedad aromática, que se centra fundamentalmente en la gama primaria.
Todo esto les sirve para justificar que la botella salga por 140 pavazos de ala, así, sin anestesia. Es verdad, eso sí, que los cuvées de prestige de todas las casas de la Champaña cuestan por el estilo (o más).
Dom Pérignon 2004
Champagne Moët & Chandon
AOC Champagne
12,5%
Catado el 2 de diciembre de 2014.
- Amarillo palidísimo, de capa abierta y con poca burbuja (pero visible).
- Intensidad aromática baja: pan tostado, Boletus edulis, cáscara de naranja, bollería fina. No evoluciona apenas en la copa, aunque aparecen sutiles notas de piñones al cabo del rato.
- Exageradamente punzante, fresco, ligero. Muy agresivo en su paso por boca, que queda levantada por el carbónico. Persistencia muy baja.
Pues qué queréis que os diga; a mí no me convence. Con las ganas que le tenía.
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