3 Fonteinen es una microcervecera belga, sita a las afueras de Bruselas, en la localidad de Beersel, y fundada en 1887. Está centrada en la elaboración de lambic (como recordaréis, ese nombre agrupa las cervezas de fermentación espontánea).
Hay varios estilos diferentes de lambic; uno de los más reputados es el estilo gueuze (o geuze) que se consigue mezclando lambics de 1, 2 y 3 años (estas cervezas se envejecen en barricas de roble, como muchos vinos). Después de la mezcla, el resultado vuelve a fermentar en botella, con levadura autóctona (y alguna bacteria), lo que hace que el azúcar residual desaparezca completamente, dando cervezas muy secas y con aromas secundarios a saco.
Cuando, como hoy, se nos especifica oude gueuze, está haciéndose referencia al estilo antiguo (oude en flamenco), es decir, sin adición alguna de edulcorantes (porque algunos pretendían llegar a un público más amplio añadiendo aspartamo y movidas así).
Oude gueuze (oude geuze) es, a día de hoy, una denominación de origen protegida a nivel europeo, localizada en Bruselas y la región de Pajottenland, justo al oeste de la capital. Ya catamos tiempo atrás una, pero no expliqué el estilo en aquel entonces.
3 Fonteinen Oude Geuze. Lambic belga fermentada y envejecida en barrica. 6%
Catada el 25 de marzo de 2015.
- Dorado ambarino muy cubierto. Crema marfil muy abundante y consistente.
- Intensidad aromática muy alta (desde que se descorcha la botella se capta claramente el olor): masa de pan fermentando, sidra, pulpa de limón, yogur agrio, lirio, rosas.
- Increíblemente seca (no creo que quede ningún resto de azúcar por fermentar), con la acidez muy marcada pero no disparada. En su paso por boca muestra puntos salinos, metálicos y umami bajo la marca de la acidez, que limpia la boca. Final sin amargor, muy largo.
Debo advertir que no es una cerveza para todo el mundo, al resultar tan seca y ácida. La gente que espere el amargor de las cervezas habituales no lo encontrará; quien quiera una cerveza facilona para saciar la sed se llevará un sobresalto. Pero quien busque plenitud y corrección y guste de sabores ácidos encontrará una amiga para siempre.
Fijaos en el número circense que hacen los elefantitos con el corcho, de contentos que están. A ellos les gusta mucho, como a mí. Y sí, están en el corcho y no en la chapa, porque estas birras vienen envasadas como si de cavas o champanes se tratase, en botellas de 3/4 o de 3/8 (como la de la foto) y con su corcho y su morrión para sujetarlo.
La catada aquí tenía un año y medio tras salir al mercado, pero podría aguantar sin problemas 10 años o más (y mejoraría durante todo ese tiempo). Encima no resulta especialmente cara: la botella de 3/8 me salió a mí por 6,50€. Altamente recomendable (siempre que vayáis sobre aviso de qué vais a encontrar).
Muchas gracias por vuestra atención. Abrazos y besos.
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