Han sido diez días de periplo por Bélgica, Holanda y Luxemburgo, es decir, por el Benelux (también algo del norte de Francia, ya os contaré). No he tenido apenas conexión a Internet, por lo que publicar las entradas me ha costado lo mío, pero he conseguido no fallaros ningún día (eso sí, las horas han sido un poco locas). Me dejé multitud de borradores preparados, por eso no catábamos nada de lo que yo he ido probando: hoy empezaremos.
Como acabo de llegar del vuelo y son ya las tantas, voy a hacer una entrada sencillita y dejaré para futuros días las más elaboradas. Empezamos, como no, con una cerveza belga, pues Bélgica es la tierra de la cerveza por excelencia. No es demasiado complicado encontrarla, además (tranquilos, que vamos a probar verdaderas rarezas, tiempo al tiempo).
Gauloise blonde. Ale belga. 6,3%
Catada el 12 de mayo de 2015.
- Dorado turbio con crema marfil abundante y consistente.
- Intensidad aromática baja: miel, limón, papilla de cereales, una nota metálica.
- Punzante, ligera y sencilla. Poco cuerpo. Final ligeramente amargo, de persistencia media. No aparece la nota balsámica típica de las blondes belgas.
La foto está tomada en la terraza del hotel Ibis de Dinant (Valonia), sobre el río Mosa (que se puede ver al fondo). Un entorno maravilloso.
Loxa ha venido con nosotros al viaje, así que la vais a ver bastante en los próximos días. Estos elefantitos se están volviendo muy viajeros.
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