Aunque sea tan pequeñito, Aarschot bien merece la visita; por ejemplo, por su beguinaje: pequeña comunidad de beguinas, que eran mujeres dedicadas a Dios sin tomar votos; vivían en comunidades semi-monásticas, sin votos formales (es decir, que si querían largarse, tiraban la toalla y se largaban, sin más). Teniendo en cuenta que esto fue entre los siglos XIII yXVI, a mí me parece muy feminista: mujeres que podían optar por una tercera vía más allá de casarse o ser monjas: ser beguinas.
Esta es una foto del beguinaje desde dentro del mismo. Además, en el fondo tenemos la torre de la iglesia de Nª Sª, que también merece una visita (si vais, estad atentos a su púlpito).
La foto está tomada por mí, claro.
La foto está tomada por mí, claro.
Venga, me centro en la cervecera Wolf, que es de lo que yo venía a hablar. Es una cervecera artesanal a las afueras de Aarschot. Elabora cinco cervezas diferentes bajo el nombre Wolf: 7, 8, 9, Carte blanche y Black (la última es rubia pese al nombre, aunque viene en una lata negra).
Cataremos tantas cuantas podamos (la Carte Blanche es la que ya hemos probado). Vamos hoy a por la 9, la más potente de todas (los números dan una idea aproximada del grado alcohólico):
Wolf 9. Cerveza belga de alta fermentación. 9%
Catada el 17 de mayo de 2015.
- Rubí turbio y opaco. Crema leonada abundante, duradera y espesa.
- Intensidad aromática alta: frutas rojas (frambuesa, fresa); licor, algo de regaliz. Al cabo, chocolate con leche, butterscotch, vainilla. Muy compleja e interesante.
- Fresca pese a ser tan potente. Sin dulzor ni amargor evidentes, pero con mucho cuerpo y persistencia media.
Muy maja; sí, señor.
Aquí está servida en su propia copa, una tulipa que le va de maravilla.
Aquí está servida en su propia copa, una tulipa que le va de maravilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario