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jueves, 1 de octubre de 2015

Carlos I Imperial

Mis saludos, queridos míos. Vamos a empezar octubre catando un brandy.

Las bodegas Osborne, que tan célebres se han hecho a través de su toro, tienen su sede en la localidad gaditana de Puerto de Santa María, aunque son una empresa gigantesca que trabaja con multitud de productos: vinos de muchas DOs, brandy, anís, ginebra, ron, licores y hasta bebidas energéticas y jamones de Jabugo. De todo.

La sede de Osborne en Puerto de Santa María.


Como os adelantaba, hoy catamos uno de sus brandis. Tienen muchísimos, de todo tipo y condición: nos vamos a centrar en un gran reserva, que son los que más tiempo de envejecimiento llevan a sus espaldas (lo mínimo son 10 años, en nuestro caso sube a 15).

No lo confundáis con el otro Carlos I de la misma marca y que también es gran reserva: este es Carlos I Imperial. En este caso los 15 años que pasan las holandas como mínimo (porque por el sistema de criaderas y solera empleado en Jerez el máximo es tan antiguo como la fundación de la solera) es en barricas que previamente han contenido amontillado u oloroso, lo que le da un toque muy especial. Además viene presentado en un decantador de cristal con tapón del mismo material que se puede conservar tras acabar con el brandy para albergar jereces, oportos o lo que más rabia os dé.

Carlos I Imperial
Bodegas Osborne
DO Brandy de Jerez
38%

Catado el 23 de septiembre de 2015 (1ª cata):
  • Caoba abierto e intenso con irisaciones anaranjadas.
  • Intensidad aromática alta: caramelo quemado, crema catalana, natillas, vainilla, canela, toffee. Manzana roja, naranja, nuez, avellana.
  • Potente, cálido y dulzón. Paso envolvente, final muy largo con notas de manzana caramelizada.
Catado el 30 de septiembre de 2015 (2ª cata):
  • Caoba brillante, abierto y limpio.
  • Intensidad aromática elevada: crema catalana, panela, maderas nobles, vainilla.
  • Suave, graso, muy equilibrado. Retronasal con notas de naranja y maderas aromáticas.
Fijaos en el tapón de cristal que os decía. Viene en la bolsita de piel, y reemplaza la cabezuela una vez abierta la botella.

A partir de ambas catas averiguaréis que es un brandy oscuro (lógico, con tanto tiempo de crianza, y en barricas que previamente han contenido vinos oscuros), con aromas intensos y muy golosos: crema catalana, vainilla, caramelo... También notas terciarias (frutos secos, maderas aromáticas) y un fondo interesante de fruta: naranja, manzana roja. En boca es dulzón, graso y equilibrado. Muy rico.

Un brandy idóneo para la sobremesa. La botella (de 70 cl) cuesta unos 43€.


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