En 1900 se funda El Águila en Madrid, y la primera cerveza de esa marca salió al mercado tres años después. Tras mucho tiempo de andadura, en 1984 el grupo Heineken se hace con una importante participación accionaral, incrementándola hasta ser efectivamente la dueña de la empresa. Finalmente, en el año 2000, un siglo después de empezar todo esto, nace Heineken España, producto de la fusión de los grupos Cruzcampo y El Águila, ambos pertenecientes al gigante neerlandés.
De forma muy gradual, Heineken fue sustituyendo la marca El Águila por otra de sus posesiones: la también neerlandesa Amstel (Amstel es el nombre de un río que pasa por Ámsterdam). Primero igualó los logotipos de ambas marcas, luego asoció ambos nombres (algo a lo que contribuyó una formidable campaña publicitaria que se extendió a lo largo del tiempo y los anuncios) y, finalmente, hizo desaparecer el nombre de Águila y dejó solo el de Amstel.
Han pasado casi dos décadas y me sigue pareciendo la caña de la montaña. Y mira que me apena que se cargaran El Águila, pero el anuncio es buenísimo en su simplicidad.
Así desapareció, tras un siglo de andadura, cervezas El Águila; y así llegó a España Amstel, cuya lager básica vamos a probar hoy sin más dilación.
Amstel lager. Cerveza holandesa de baja fermentación. 5%
Catada el 25 de octubre de 2015.
- Dorado pálido, muy abierto, con burbuja bien visible. Crema nívea.
- Prácticamente inodora: algo de hierro, algo de limón.
- Acuosa, fresca, con carbónico punzante. Final breve, ligeramente amargo. Bah.
A la izquierda, en formato de tercio antes de una jam session. A la derecha, en formato yonkilata de medio litro. En cualquier caso me convence poco, qué le voy a hacer.
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