La verdad es que la respuesta no es simple. Unos dirán que la de Cervantes, hijo predilecto, porque es el centro neurálgico y alberga en su seno el ayuntamiento, el corral de comedias, la capilla del Oidor... Otros dirán que no, que es la de los Santos Niños, porque alberga la catedral además de ser otro punto clave en la urbanización de la ciudad. Incluso puede que haya quien diga que es la de Palacio, o la de las Bernardas...
Pues yo digo que es la de San Diego. Es peatonal, no representa un nodo de comunicaciones, las calles por las que se accede son estrechas... pero solo en ella se puede admirar la fachada renacentista del rectorado, y a mi juicio esa es la imagen complutense por excelencia, así que se lleva la palma.
El rectorado hace varias décadas, en mi primera visita a Alcalá.
La foto original es analógica, lo que veis es una digitalización especial para vosotros.
Pues bien, en el número 3 de la plaza de San Diego, justo frente a la vista que acabáis de admirar, hay un pequeño café; tan pequeño, de hecho, que solo ofrece café para llevar. No tiene mesitas para sentarse a charlar, no hay cuartos de baño... Si me apuráis, la cafetera ocupa un quinto del espacio total. Pese a todo lo cual, siempre está hasta arriba y hay que guardar cola (a menudo en la plaza, fuera del local). ¿Por qué? Pues porque el café es buenísimo.
La entrada. Si os fijáis bien, veréis el mostrador pese a lo oscuro que está el interior. Cualquier otra persona que se acercara en ese momento tendría que esperar fuera (esa persona fui yo, claro, tras tomar la foto).
A cargo de este negocio está Sergio, que se ocupa en solitario de dar su dosis de cafeína a los clientes. Al estar solo se da la circunstancia de que el café cierra dos horas a mediodía (para comer, claro).
Entre la clientela abunda la gente joven y los extranjeros: os recuerdo que Alcalá es ciudad universitaria y Patrimonio de la Humanidad, por lo que hay muchos alumnos universitarios, por una parte, y turistas, por otra.
Un detalle del interior. Con esta foto y la anterior ya habéis visto el 80% del local.
En el mostrador podéis ver que hay repostería para acompañar.
Aparte del blend de la casa, que es fijo, hay un café de origen que va rotando con el tiempo. Ahora tienen uno de Ruanda, por ejemplo. Hablando de café, su especialidad es el de máquina; aunque Sergio puede preparar café de filtro, me contó que tiene muy poca salida y que por eso no lo suele ofertar.
El corazón del local: la cafetera. Una Expobar Rosetta Display Control 2 GR.
Un espresso doble de Ruanda. Como el café es exclusivamente para llevar, no hay tazas, solo vasitos de papel. Yo preferiría sentarme en un sillón y tomármelo en taza, pero entiendo que el concepto de este negocio es otro.
Por cierto, reparad en el sello del local (I \m/ SDCC, es decir, "me encanta San Diego Coffe Corner").
Cerramos con esta imagen: el banco en que se apoya el café es el que hay justo frente a la puerta del establecimiento. Puesto que hay que tomárselo en la calle, mejor en un lugar impresionante como este.
San Diego Coffee Corner
Plaza de San Diego 3, 28801, Alcalá de Henares
+34 910 281 106
http://sandiegocoffeecorner.com/
Espresso: 1,20 € / Espresso doble: 1,40 €
Voy con cierta frecuencia a Alcalá y pienso probarlo
ResponderEliminarSDCC cumple hoy tres años: ¡felicidades!
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