En esa zona se ha elaborado vino desde antiguo: aún quedan, excavados en la roca, los lagares de fermentación que los monjes hospitalarios empleaban en el s. XII (la imagen tan rara que aparece en la etiqueta y cápsula del vino de hoy es la silueta de uno de estos lagares). La bodega actual fermenta algunos de sus vinos todavía hoy en estos vestigios de hace tantos siglos.
Castell d'Encús produce multitud de vinos diferentes, blancos y tintos. Hoy probamos un blanco elaborado con variedades francesas: sauvignon blanc y semillon. Una parte del mosto ha fermentado en barrica y ha tenido crianza sobre lías, lo que le da mayor potencial de envejecimiento (catamos la añada de 2009 a principios de 2016).
Taleia 2009
Castell d'Encús
DO Costers del Segre
13,5%
Catado el 12 de febrero de 2016.
- Amarillo pálido con reflejos ocres. Abundante lágrima.
- Predominan los aromas minerales y vegetales: arena de río, lechuga, cardo (muy sorprendente), sésamo, aguacate, pimiento verde. También hay notas secundarias: mantequilla, pan de molde (se nota el efecto de las lías). Si os fijáis, no aparecen aromas frutales ni florales, algo poco habitual en un blanco.
- Graso y firme, con muy buena acidez (sin ella podría resultar pesado). Un punto salino y metálico muy marcado está presente, que no a todo el mundo gustará (a mí sí me gustó, por cierto).
Un blanco arriesgado y muy diferente. Personalmente, agradezco que se corran riesgos y se salga del sota, caballo y rey. Dicho lo cual, no creo que todo el mundo lo llegue a entender, la verdad.
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