Es la cerveza que elaboran los monjes para su propio consumo diario, lo cual la situaría dentro de las llamadas patersbieren; sin embargo, para ser un patersbier resulta muy estructurada y algo alcohólica (estas cervezas suelen ser más acuosas y acostumbran a no pasar del 5%; buenos ejemplos son las Achel 5% o la Chimay dorée).
La abadía de San Sixto vista desde el estacionamiento de la taberna aledaña (In de vrede).
Westvleteren blond. Ale trapense belga. 5,8%
Catada el 7 de mayo de 2016.
- Amarillo limón muy turbio con tintes ocres. Crema nívea muy duradera.
- Aromas secundarios predominantes: pan, gachas. También notas primarias típicas del estilo: limón, menta fresca.
- Punzante, con mucho cuerpo (pese a lo cual el paso por boca es rápido). Cierta metalicidad y cierto amargor agradables y matizados. Final de persistencia media-alta. Muy rica pese a su aparente sencillez (solo aparente).
La foto está tomada en la formidable terraza de In de vrede, la cafetería aledaña a la abadía en la que se pueden degustar todos los productos trapenses de la misma (que son, aparte de las cervezas, pastel de carne y queso). La foto tiene su mérito, pues In de vrede siempre está llena de gente y en la imagen no se ve a nadie. Trucos de fotógrafo que tiene uno.
Ya sabéis que las cervezas de Westvleteren no tienen etiqueta: toda la información está en la chapa (en este caso de color verde).
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