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miércoles, 3 de agosto de 2016

Desperados

Mis queridos lectores: ayer, a las 23:15, Bebercio tuvo el inmenso honor de alcanzar las 100 000 visitas. Olé, olé y olé, cien mil gracias a todos los que lo habéis hecho posible.

Para celebrarlo nos vamos a echar unas risas. No siempre se catan cosas ricas, lamentablemente; de vez en cuando cae un petardo. Y qué mejor forma de lidiar con tal que a través del sentido del humor. De entrada, mis disculpas a quien le pueda encantar este petardazo; le animo sinceramente a que escriba su propio blog contándonos sus virtudes y a que nos deje el enlace en los comentarios. Vamos allá con nuestra cata:

Un dislate. Un disparate. Un despropósito. Un desastre. De verdad.

Qué cosa tan mala. Qué chunga. Qué petarda. Qué pedestre.

Mal, mal, en serio. Mal.

Pues eso, que vas tú y bebes esto porque está de moda y tiene un nombre vacilón y dice que tiene tequila (que no). Y te tragas un mojón de espanto, y siento dar mi opinión de forma tan categórica. O no. O yo qué sé. Jo.

Desperados. Cosa que pretende ser cerveza con vaya usted a saber qué (dicen que tequila, pero como que no). De Francia. 5,9 o 6%
Catada el 9 de septiembre de 2015 y el 29 de julio de 2016, pero no voy a poner dos catas, que no, que da igual y que no viene a cuento. Eso.
  • Amarillete doradete asquerosete sin apenas crema ni espuma ni nada de nada. Mucha burbuja, en plan refresco.
  • Esto huele al Schweppes limón light. Nos vamos al supermercado, nos compramos una lata de esto, la olemos, y ahí está el aroma: limón, algo de lima, un punto de Stevia. "Que la estivia no huele" me dicen unos. "Anda ya móntate tu propio blog" digo yo. Y para que conste, el Schweppes limón light me gusta, y mucho. Pero no cuando quiero una birra, sino cuando quiero un refresco de limón sin calorías.
  • A ver, cómo va esto de sabor... Pues imaginaos que al Schweppes limón light de antes le echáis dos gotas (dos, no tres) del vodka más barato del mundo (vodka, no tequila, y barato, no caro). Pues así sabe. Sí. Sabe al refresco sin calorías sabor limoncete con dos gotas de alcoholete destilado a partir de patata patatota. Y ya. Ni posgusto ni postgusto ni retronasal ni jarl ni peich ni járenauer.
Lo mejor del mejunje: la pedazo fotazo que me he marcado. Sobre la plaza de la Cibeles y con ese rayo de sol que lo peta. Si la quieren ustedes usar de publicidad ya pueden ir preparando el talonario, madafacas.
Ah, y yo qué sé lo que pudieron cobrar en aquella terraza, oiga, por este brebaje terrible. Eso sí, con su rodajita de lima vacilona para esconder (hasta cierto punto, que tampoco mucho, más bien nada) que es un horror, un terror y un pavor.
No me extraña que se llame Desperados: desesperado por pedir una cerveza (una cerveza de verdad) acaba uno. Jo.


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