Viña AB

Hace unos días catábamos el oloroso básico de González Byass (también hemos catado su viejísimo); hoy vamos a probar el amontillado básico que tienen.

El interior de las bodegas González-Byass en Jerez de la Frontera (una parte, que son enormes).

Este vino empieza como un fino Tío Pepe, y está cuatro años bajo velo de flor pasando de criadera en criadera. Tras este tiempo se retira el velo y realiza crianza oxidativa en una andanada distinta durante otros cuatro años. Y todavía envejece otros cuatro más, hasta doce, antes de estar listo para embotellarse.

Viña AB amontillado

González-Byass

DO Jerez-Xérès-Sherry

16,5%

Catado el 2 de septiembre de 2016 (1ª cata):

• Amarillo topacio, limpio y abierto. Normalmente los amontillados son más cobrizos, este es el más claro que me he encontrado hasta la fecha.
• Intensidad aromática elevada: de entrada, mucha avellana. También notas de clavo, piel de naranja amarga, conífera y cuero.
• Muy fresco, con textura oleosa y buena pungencia. Paso salino, con notas metálicas y umami bien definidas. Final largo, sin tanicidad. Muy elegante.

Catado el 29 de febrero de 2020 (2ª cata):

• Cobrizo abierto, con algo de sedimento y ribete topacio. En esta segunda cata encaja más en los cánones de los amontillados.
• Intensidad aromática muy alta: avellana, almendra, nuez, pasas y salmuera. La avellana es una constante, algo asimismo característico de los amontillados.
• Potente, sí, pero no agresivo; muy salino y umami en su paso. Taninos bajísimos en el final, muy largo, con notas de frutos secos y brisa marina. Me reafirmo: muy elegante.

Os recomiendo maridarlo con langostinos (que se suelen maridar con manzanilla, pero en la variedad está el gusto). Ya veréis que rico.

Un último apunte: el catavinos chiquito que veis en la foto tiene ya cuatro generaciones. Échale.

Esta foto corresponde a la segunda cata, donde lo tomamos como aperitivo en el restaurante madrileño Álbora.