Una vista parcial de L'Oceanográfic: en primer término, flamencos (Phoenicopterus roseus). En segundo término, el pabellón de acceso (a la izquierda) y el restaurante submarino. Al fondo, otros elementos de la Ciudad de las Artes y las Ciencias: la cresta del aún inacabado edificio de l'Àgora y el mástil del puente de l'Assut de l'Or, el punto más alto de la ciudad (125 m). Os recomiendo ampliar la foto, que la hice con buena resolución, para ver mejor todos los elementos.
Pese a que la Ciudad de las Artes y de las Ciencias se asocia automáticamente con el polémico arquitecto Santiago Calatrava, resulta que L'Oceanográfic es la última obra del difunto arquitecto hispano-mexicano Félix Candela, que fue profesor de Calatrava y cuya obra claramente ha supuesto una influencia en él. El edificio más significativo de todo el oceanario no es, curiosamente, una instalación biológica, sino un restaurante: el llamado Restaurante submarino.
Candela se hizo famoso por sus cascarones, finas cubiertas de hormigón basadas en paraboloides hiperbólicos, que se muestran en todo su esplendor en el restaurante.
Tras la espectacular fachada hay una sala circular con dos pisos: el superior apenas alberga unas mesitas para tomar una bebida, y es bajando las escaleras donde se encuentra el restaurante en sí. Destacan en él, de forma muy clara, dos elementos: la gigantesca lámpara central, que cuelga de lo más alto y evoca un banco de medusas, y el acuario circular que rodea toda la sala y en el que nada tranquilamente, en sentido horario, un impresionante cardumen de palometas (Brama brama), haciendo del entorno una experiencia distinta, relajante y muy agradable.
En esta foto se ven bien la sala, la lámpara y el acuario repleto de palometas (hay alguna otra especie nadando, pero el grueso lo forman ellas).
La cocina del restaurante es de fusión con una base mediterránea y múltiples guiños marítimos y oceánicos. Abren todos los días y el acceso se puede hacer de forma independiente al Oceanogràfic con reserva previa (o sin reserva si uno está visitando el parque, le entran ganas de comer y hay mesas libres, claro).
Para empezar, una ensalada de algas encurtidas, con una gran rodaja de tomate (que se intuye al fondo del plato), flores comestibles y vinagreta de albahaca y cítricos.
Seguimos con otro entrante frío: tartar de aguacate con finas láminas de vieira. Acompañado de plancton marino y brotes tiernos.
Tras los entrantes fríos llegan los calientes. Para empezar, udón, edamame, hinojo caramelizado y coco.
Aquí tenemos tataki de atún a la brasa con mango y salsa kabayashi. El tataki es originario de la provincia de Tosa, en la isla de Shikoku, al sur de Japón. Consiste en apenas sellar al fuego el pescado o la carne y luego filetear finamente, como veis en la foto. Suele marinarse con vinagre y jengibre.
Un plato principal a base de pescado: merluza con quinoa, piparras dulces y jugo de chirivía. Ya sabéis que la chirivía (Pastinaca sativa) es un pariente próximo de la zanahoria, de la cual también se come la raíz.
Otro plato principal, ahora a base de carne: magret de pato a la parrilla con crema de boniato asado. Os recuerdo que boniato y batata (con B) son una y la misma cosa: la planta Ipomoea batatas, cuyo tubérculo se come.
Un postre ligero, por si ya estáis casi llenos: espuma de sorbete de mojito. Muy refrescante y muy logrado, tanto de sabor cuanto de textura.
Un postre contundente, por si os habéis quedado con hambre: peras al praliné con almendras y helado de marrón glacé. Muy rico, pero tened cuidado, que llena mucho.
Restaurante submarino Oceanogràfic
Jefe de cocina: David Carrión
Eduardo Primo Yúfera 1B (L'Oceanogràfic), 46013, Valencia
34 961 975 565
https://www.oceanografic.org/en/restaurante-submarino/
Menú de día (dos entrantes, principal, postre y pan): 34,90 €
Menú degustación de noche (aperitivo, tres entrantes, dos principales, dos postres, pan y café): 50 €
Estuve allí hace años y me encantó
ResponderEliminarHoy va de comercio...esperamos ver mañana el bebercio que acompañó estos manjares 😉😍
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