Un rosado un tanto iconoclasta (si me permitís la pedantería), que no obstante emplea como icono un borsalino, sombrero elegante como la fedora que llevaba mi admirado Leonard Cohen, que ayer nos dejó.
Está elaborado con garnacha y pinot noir. Ya sabéis que yo, personalmente, prefiero que el cava se haga con uva local y no foránea, igual que prefiero que el champán se elabore con uva local y no foránea. ¿Qué quiere decir esto? Pues que la uva se ha adaptado a lo largo de siglos a una zona por algo, y no viene muy a cuento traerla y forzarla en otro suelo y otro clima. Igual que no espero ver un champán con xarel·lo tampoco me mola ver un cava con pinot noir. Pero si lo primero es algo inaudito, lo segundo es bastante común: envidia fálica, que dirían que diría Freud.
En fin, se ve que hoy estoy pedante; perdonadme, viene con el título de sumiller. Al menos este cava tiene, junto a la foránea, uva local: la formidable garnacha. Y que conste que la pinot noir me encanta, sí, pero en el norte de Francia.
Martínez rosé
Ricard M. de Simón SA (Rimarts Cava)
DO Cava
11,5%
Catado el 28 de octubre de 2016.
- Salmón desvaído con burbuja chica y abundante. Me gusta este color, generalmente en España se peca de sobreextracción en los rosados, tanto espumosos como tranquilos.
- Intensidad aromática baja: pastelito Pantera Rosa, regaliz rojo, pomelo rosa, peras al vino.
- Carbónico punzante. Ataque seco. Final amargoso más largo de lo que la nariz parecía indicar.
Un cava muy rico en su sencillez. El color me encanta, estoy un tanto harto de rosados que casi parecen tintos y luego en nariz y boca no tienen nada que decir.
Por cierto, la copa estaba recién enjuagada, por eso tiene tantas gotitas de agua. Es que fue durante una cata de espumosos y este ya hacía el número catapún.
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