Lambrusco es el nombre tanto de un conjunto de vinos cuanto de la familia de uvas tintas con que se elabora (hay hasta 60 variedades distintas, aunque la más común es la lambrusco salamino; no obstante, la que interviene en el que hoy bebemos es la lambrusco grasparossa).
Aunque la mayoría tiene asociado este vino al color rosado, también hay lambruscos tintos, como el que hoy vamos a catar. Os recuerdo que la única diferencia es haber dejado macerar más o menos tiempo el mosto con los hollejos, obteniendo mayor o menor extracción de pigmentos. Hay incluso lambrusco blanco, en el cual el contacto con los hollejos se elimina y, así, la pigmentación.
Es un vino espumoso, cuyo carbónico no suele obtenerse por el método tradicional (como sí ocurre en el cava y el champán), sino por el método charmat, en que la segunda fermentación tiene lugar en grandes depósitos de acero inoxidable presurizados.
Hay ocho DOCGs específicas que producen los lambruscos de mayor predicamento; los que no pertenecen a ninguna de ellas, de calidad normalmente inferior, suelen salir al mercado bajo la Indicación Geográfica Típica (IGT) Lambrusco dell'Emilia, como el que hoy probamos.
Fiorello rosso amabile
Comercial CBG SA (Cantina Riunite)
IGT Lambrusco dell'Emilia
7,5%
Catado el 28 de octubre de 2016.
- Ojo de perdiz, abierto, limpio y con escasa burbuja.
- Pastelito Pantera Rosa, rosbif, defectos varios (mercaptano, medicamentoso).
- Dulzón, con escaso carbónico. Paso fresco y metálico, con poco cuerpo. Final pegajoso, de persistencia media. Malo.
El fondo hace que el color aparezca algo más oscuro de lo que es en realidad.
Una ventaja (LA ventaja) es el precio: entre tres y cuatro euros.
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