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viernes, 13 de enero de 2017

Castillo de Sajazarra reserva 2012

En la etiqueta de este tinto aparece la planta de lo que parece ser el castillo epónimo, lo que me ha llevado a investigar y he descubierto que sí, oiga, que hay un castillo en Sajazarra, localidad riojana al norte de la provincia, y que está en manos de la familia Líbano, que lo compró para convertirlo en residencia; descubrió restos de industria vitivinícola en sus sótanos y se lanzó a fundar una bodega.

De esto han pasado más de cuatro décadas, y actualmente estos señores tienen la bodega rodeada por sus propios viñedos, que son los que la surten de uva (no compran a otros; así minimizan el tiempo de traslado entre viñedo y lagar, evitando que la uva fermente descontroladamente). Además están en zona fría y ventosa, lo que les lleva a ser los últimos de la DOC en vendimiar.

El reserva que hoy catamos está elaborado mayoritariamente con tempranillo (aunque no aclaran en qué consiste esa minoría de otras uvas). Tiene dos años en barrica y un trimestre adicional en tina (ya sabéis que la diferencia está en forma y volumen: las barricas estándar, achatadas por los extremos, son de 225 l, mientras que las tinas, troncocónicas, suelen ser mucho mayores: hasta 2000 l; obviamente la barrica aporta un mayor nivel de aromas terciarios). Por último, un añito en botellero antes de salir al mercado.

 El castillo y la bodega prometen, a ver si tengo ocasión y me paso por allí para contaros.

Castillo de Sajazarra reserva 2012
Bodegas Castillo de Sajazarra
DOC Rioja
14%
Catado el 12 de enero de 2017.
  • Cereza de capa media-abierta, limpio, con ribete cardenalicio. Abundante lágrima.
  • Intensidad aromática media: mineral (témpera, hierro), fruta roja en licor (madroño, fresa). Un fondo de vainilla.
  • Bastante fresco, incluso a temperatura ambiente. Paso marcada y agradablemente salino y metálico. Final algo astringente (me lleva a pensar que puede evolucionar en botella) de persistencia media-baja. Se mueve bien entre tradición y modernidad riojanas.
Ahí tenéis, en la etiqueta, la planta del castillo.
Por cierto, costó unos ocho pavos.




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