Tiene una historia muy antigua: en China hay evidencias arqueológicas que datan de hace 9000 años; en Europa tenemos de hace 4500. Esto hace que sea firme candidata al título de bebida alcohólica más antigua, título que se disputa con la cerveza y el vino: cada cierto tiempo aparece evidencia más antigua de alguna de ellas y se lleva (durante un tiempo) el gato al agua. Creo que, ahora mismo, el puesto primero lo vuelve a ostentar la cerveza, pero estas posiciones cambian más que los precios.
El caso es que no habíamos catado ningún hidromiel (la palabra es masculina, aunque agua y miel sean femeninas; el error de convertirla en femenina es común: por ejemplo en el epíteto "clásica" de hoy). Subsanamos dicha carencia con uno de Sevilla, que responde al nombre de Valhalla, como el paraíso nórdico reservado a los guerreros muertos en combate. Este nombre no es casual del todo: el aguamiel está muy asociado a la cultura nórdica y aparece a menudo en sus poemas épicos.
La casa sevillana Valhalla SC elabora cuatro hidromieles diferentes, e incluso alguno más en ediciones limitadas. Hoy probamos Valhalla clásica, sin adición de elemento alguno fuera de miel, agua y levadura. Es el más seco de los que elaboran.
Valhalla clásica. Hidromiel español. 11%
Catado el 9 de abril de 2017.
- Dorado palidísimo, muy abierto.
- Intensidad aromática baja: miel, salmuera, harina de trigo, un punto de acético.
- Sin carbónico (estamos ante una bebida tranquila, no espumosa). Ataque dulzón. Paso acuoso, con poco cuerpo y no muy potente pese al elevado grado. Persistencia escasa. Por vía retronasal llegan notas de pan húmedo y vino blanco peleón.
Tuve ocasión de probarlo en el Mercado Municipal de Rota, donde está tomada la foto.
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