Una cerveza seleccionada por el propio Frank Boon, de la que solo se elaboran 500 hl al año, y que sale con añada: en este caso 2013.
Por cierto, os recuerdo que lo de "oude" quiere decir que se hace "a la antigua", esto es, sin adición de edulcorante alguno. Así pues, sabores más secos y agrios, más complejos y difíciles, pero mucho más interesantes.
La compré en el supermercado que hay dentro del monasterio trapense de Achel, en la frontera entre los Países Bajos y Bélgica; y escribo esto en Luxemburgo mientras la cato, así que ya ha viajado bastante; no tardemos más, pues: botella de 3/8 tapada con corcho y morrión; fresca pero no fría, servida en flauta y catada despacio. Va por vosotros.
Boon oude geuze Mariage parfait. Lambic belga tipo oude geuze. 8%.
Catada el 7 de agosto de 2017.
- Topacio ligeramente turbio, sin burbuja visible. Crema espumosa que desaparece en un santiamén.
- Intensidad aromática media: manzana verde, hierba recién regada, tierra húmeda, miga de pan, levadura, limón verde, cuero limpio.
- Carbónico punzante. Muy seca, con escaso cuerpo. Bien estructurada, con paso marcado y muy redonda (acordaos: eso es que los sabores están todos presentes y todos equilibrados). Final secante, limpio, de persistencia breve, con notas de manzana reineta y lima.
La geuze (o gueuze) es la cerveza, tal vez, más parecida a un cava o un champán: no es raro, pues, beberla en flauta, como veis en la foto.
Por cierto, esta maravilla me costó en la abadía de Achel tan solo 2,70€.
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