Para bien: una botella muy chula, una presentación cuidada, un nombre interesante (el de la Sevilla almohade, Isbilya), una variedad novedosa.
Para mal: que dicha variedad es un híbrido entre picual y arbequina, con lo que, al ser tan contrarias, se queda en ni chicha ni limoná; que cuesta una pasta gansa (depende de la tienda, pero hasta 20 lereles el medio litro) y ese color verde Hulk que canta a adición de clorofila aunque me juren que no es así. Además, el nombre que le han dado al híbrido de oliva es "sikitita", que se presta a muchas risas con la canción de ABBA más celebre en castellano.
Así de verde. Y con las manos más grandes que la cabeza.
En fin, recordad que el color no es (o no debería ser) un factor determinante en la cata del AOVE. Así pues, a la cata:
Isbilya
100% sikitita AOVE
Ángel Martínez Yllanes
Catado el 28 de noviembre de 2017.
- Frutado medio: potito de plátano, hierba. Aguacate, gálbula de ciprés.
- Amargo nulo, ni rastro. Acuoso, ligero.
- Picante muy bajo. Persistencia media-baja. Por vía retronasal llega algo de madera, y eso es un defecto.
La presentación es fenomenal, pero el aceite no me ha gustado.
Comparad los verdes del superhéroe y del AOVE, y me contáis.
No sabía que Isbilya era Sevilla
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