Buscar en Bebercio

Donar

domingo, 18 de febrero de 2018

Ledaig 1990 (bottled in 2007 by Gordon & MacPhail)

Hasta ahora hemos probado dos güisquis de Gordon & MacPhail, y lo curioso es que ambos eran Scapa de 1993; la diferencia es que uno había sido embotellado en 2005 y el otro en 2007. Ya sabéis que esta casa no elabora whisky propio, sino que selecciona de muy diversas casas añadas especiales, las envejece a su rollo y las embotella y lanza al mercado cuando le parece, logrando resultados muy interesantes.

Hablemos un poco, ahora, de Ledaig. Pertenece a la destilería Tobermory, en la isla de Mull (una de las Hébridas). Esta destilería ha cambiado de manos (y de nombre) en multitud de ocasiones, llegando a estar cerrada por completo alguna vez. Tienen un loch (lago) propio, con agua de gran calidad, del que se abastecen. Actualmente pertenecen al consorcio sudafricano Distell a través de su subsidiaria Burn Stewart Distillers.

Ledaig es uno de los nombres que, antaño, tuvo la destilería Tobermory (que está en el pueblo de, oh sorpresa, Tobermory). Actualmente sus güisquis no tienen apenas presencia de turba excepto unos poquitos que, precisamente, se lanzan al mercado bajo la etiqueta Ledaig.

Ledaig ha sido escogido en varias ocasiones por Gordon & MacPhail para sus lanzamientos. En este caso fue envejecido en botas que previamente habían contenido vino de Jerez (no indican qué tipo de vino, lo cual es una pena). 17 años después fue embotellado, y una década después (cumplida) catado por un servidor. Casi .

Ledaig 1990 (bottled in 2007)
Ledaig Distillers (Tobermory) ltd. / Gordon & MacPhail
Single Islands Malt Scotch Whisky
43%
Catado el 16 de febrero de 2017.
  • Dorado intenso, abierto, limpio, sin las típicas vetas grasas a las que nos tiene acostumbrados el scotch
  • Intensidad aromática muy alta, con predominio de olores golosos (vainilla, marshmallow, flan). También aromas claros de la turba (sándalo, picadura de tabaco); limón seco y una nota agradable de chile jalapeño.
  • Suave y picantón en el ataque. Paso cálido pero ligero (es decir, sin demasiada acidez pero algo acuoso). Final de persistencia elevada con presencia de notas terciarias. Es agradable, pero recomiendo altamente diluir para suavizar picor y calidez. Ya sabéis que esa es, de todas formas, mi recomendación habitual con el whisky.

Tuve ocasión de catarlo en el Marmo Bar, dentro del madrileño hotel Puerta América.

No hay comentarios:

Publicar un comentario