Black Ball

La microcervecera To Øl, en Copenhague, no tiene instalaciones propias, sino que es una cervecera nómada, que pide prestadas las instalaciones de otros para elaborar sus propias recetas. Esto no es tan extraño como os pudiera parecer, ni en el mundo de la cerveza ni en el del vino: la gente es maja y agradece las nuevas ideas (contrato mediante, imagino, pero lo hacen).

Además de experimentar constantemente, tienen una serie de clásicos que reeditan año tras año, como esta imperial porter nigérrima que tuve ocasión de catar en 2012 (To Øl se fundó tan solo dos años antes) y que es vista, a día de hoy, como una de las mejores del mundo dentro de su estilo.

Es todo un birrote elaborado con 7 tipos de malta diferentes, tres lúpulos (todos ellos estadounidenses) y algo de azúcar moreno. En la página-web de la microcervecera se puede comprar por 35 coronas (4,70€).

Black Ball. Imperial porter danesa. 8%
Catada el 27 de octubre de 2012.

• El color recuerda mucho a un PX o a un ristretto: negro profundo con reflejos marrón chocolate. La crema es muy abundante, espesa, de color hueso amarillento intenso.
• Intensidad aromática muy elevada: zarzaparrilla, café, bombón (de esos Cortados que dicen "moka", es decir, chocolate y café). También hierbas amargas.
• En boca es amplia, punzante, con un amargor pronunciado y muy largo que recuerda al grano de café y al diente de león. Muy rica.

Esta etiqueta, tomada directamente de mi colección de labelofilia, corresponde al diseño de antaño; hogaño es menos minimalista y más abstracto, con una serie de cabezas de estatuas clásicas fotografiadas en blanco y negro, en positivo y en negativo, sin texto evidente. Imaginativos, ellos.