Caramba, carambita, carambirulá...
Acabamos de cumplir cuatro años y ya estamos celebrando la sesquimilésima entrada. Time flies.
Momento de hacer recuento, estadística, balance y propósitos. En ese orden.
Recuento: ¡llevamos 1500 entradas! ¡Qué pasada! Lógicamente, como siempre desde el inicio de nuestra andadura, el grueso de este blog se lo llevan el vino y la cerveza, y ambos a partes estrictamente iguales, por una regla autoimpuesta que se basa en que ambos me gustan igual y conozco a gente que pasa de uno pero adora a la otra y viceversa. Llevamos exactamente 615 entradas dedicadas al vino y 615 dedicadas a la cerveza.
Los restaurantes siempre fueron esa nota discordante: frente al bebercio, el comercio. A la chita callando llevamos 67, que no es moco de pavo (y suman 36 estrellas Michelin en el momento de la entrada, agüita, sin contar bib gourmand). Los cafés, lugar perfecto para ir tras el restaurante, van más despacio (no es sencillo encontrar uno que me convenza, llamadme sibarita): solo llevamos 17. Eso sí, de lo más repartidos: tres en Madrid, uno en Alcalá de Henares, uno en Valencia, dos en Sevilla, uno en Oporto, tres en Londres, uno en Amberes, uno en Dinant, uno en Luxemburgo y uno en Maastricht. Además, dos entradas rarunas sobre esta infusión: una teórica y una receta para un cóctel.
El whisky persigue de cerca a los restaurantes, con una clarísima preponderancia de los provenientes de Escocia: 54 de 65 (no me regañéis tanto, en medio mundo scotch es sinónimo de whisky, aunque no sea técnicamente un sinónimo). El otro gran destilado de Bebercio, el brandy, viene bastante detrás (aunque sus números han crecido): catorce. Pero vaya catorce, ojo.
Como os anuncié, el vermú ya se ha hecho mayor y está a punto de entrar en la veintena. Los aceites de oliva virgen extra siguen creciendo de forma constante, y estamos a punto de alcanzar el medio centenar (estamos a punto de superarlo con creces, porque hay unas cuantas entradas pendientes). Qué largo se me ha hecho el recuento.
Estadística: pues como me he alargado en el apartado anterior, este lo ventilamos en dos patadas. Os he dicho que el grueso de Bebercio son vinos y cervezas, y la estadística lo confirma: 82%. Clavadito. Es decir, 41 % birra, 41% morapio. Jarl. Restaurantes y cafés suponen un 5,6%, casi tanto como los grandes destilados, whisky y brandy (5,27%). El AOVE es un 3,2% y tanto porcentaje hace que me baile la cabeza, así que haceos a la idea de que el 3,93% restante está dedicado a entradas teóricas, a miscelánea, a coctelería, a hidromiel, a otros destilados... de todo, como en botica, pero con una representación vestigial, la verdad.
Balance: pues son más de cuatro años y seguimos a entrada por día. Catas siempre originales, ideas siempre propias. Las fotos, cuando se puede, también propias y originales; cuando no, se especifica. Esto no ha dado nunca pasta ni parece que la vaya a dar, así que sigue siendo por amor al arte (del bebercio). Y os recuerdo que ya estamos en Instagram, como os anuncié, así que seguidnos, recomendadnos y comentadnos, por favor (@bebercioblog).
Propósitos: el vermú y el brandy han recuperado cierto terreno, aunque seguirán recibiendo más atención; también nos vamos acercando a la idea formidable de catar al menos un vino de cada DO española. Y tranquilos los amantes de la lambic, que seguirá siendo la más difícil, pero también la más perseguida de las birras (con permiso de las trapenses, que están muy cerca de catarse en su totalidad: las abadías belgas y holandesas ya están todas visitadas). Quiero más hidromiel, pero no es tarea fácil. Y por pedir, que no quede: ¿llegaremos a sumar 100 estrellas Michelin? Ya hemos superado la tercera parte de dicha tarea...
En fin, todo esto es para vosotros, así que espero lo hayáis disfrutado y lo sigáis disfrutando. Por mi parte, ha sido y sigue siendo un placer.
Gracias a todos. Mañana os espero, con la entrada milésima quingentésima primera (ser pedante sigue siendo requisito imprescindible de todo sumiller que se precie).
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