La segunda es una vieja conocida nuestra, pero la primera no la habíamos traído nunca a colación. Se trata de una variedad oriunda del Peloponeso (la península griega que forma la "cabeza" del país), que es de donde procede nuestro vino. Es una uva peculiar, de piel rosada pero empleada fundamentalmente para vinos blancos (en eso se parece a la gewürztraminer y, como ella, sus aromas recuerdan a las rosas).
Como os comentaba, el vino se elabora en el Peloponeso, que cuenta con su propia Indicación Geográfica Protegida (IGP). En este caso vamos a probar una botellita minúscula, de tan solo 187,5 ml (3/16), la más chiquita que ha llegado a Bebercio, si no me falla la memoria.
¿Y por qué una botella tan chica? Porque se la dieron a mi tío en el avión volviendo de Creta, y él se la guardó y me la trajo para compartirla con vosotros. También pilló del tinto, así que habrá más vinillo helénico en breve.
Oreinos Helios blanco 2017
Seméli
IGP Peloponeso
12%
Catado el 15 de mayo de 2018.
- Amarillo pálido, muy limpio y muy abierto.
- Intensidad aromática elevada: rosas, limón, azahar, piña tropical aún verde.
- Seco, muy fresco, con paso bastante más graso de lo que esperaba. Final largo con más notas de rosa y limón seco. Cuidado, que si bebéis muy rápido puede ser cabezón.
Las etiquetas de estos vinos están muy curradas, con ilustraciones de instrumentos de viento y avecillas. A Loxa le ha gustado la tuba, le recuerda al barritar de su trompa.
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