Jo, mira que soy pringuis. Pues venga, con humildad, catemos el tinto que mi bienamado tío trajo, agradeciéndoselo infinitamente desde estas líneas, claro que sí.
Por cierto, la DO está a caballo entre las provincias de Burgos y Palencia, pero sobre todo en la primera (54 municipios frente a 13; 23 bodegas frente a dos), y toma su nombre, no surprise, del río Arlanza, que discurre por ambas provincias y desemboca en el Pisuerga, que, aprovechando que pasa por Valladolid, desemboca a su vez en el Duero.
De la vida del Duque de Lerma, su influencia sobre Felipe III, el cambio de capitalidad durante solo un lustro de Madrid a Valladolid y vuelta, y de la especulación inmobiliaria mediante, hablaré otro día, que hoy hay elecciones nacionales en esta España nuestra y no quiero influir (que mi influencia es tremenda, y lo sé).
Lerma tempranillo 2015
Bodegas Lerma
DO Arlanza
14%
Catado el 27 de abril de 2019.
- Cereza limpio, de capa abierta, con ribete cardenalicio.
- Intensidad aromática media: mucha fruta del bosque, como ya auguraba la capa: endrina, zarzamora, grosella roja. No mucho más.
- Ligero en el ataque, con paso muy vivo (incluso demasiado) y final con taninos un tanto astringentes. Me da la sensación, y el corcho lo corrobora, de que le falta tiempo en botella. Por lo demás, podría llegar a ser interesante. Pero dadle tiempo, caramba, señores bodegueros.
Lo trajo, como os contaba, mi tío Fernando, grande entre los grandes, a una reunión familiar celebrada donde la foto fue tomada: en el entorno del Puente de la Garrapata, en la Casa de Campo, Madrid. Fue el primer vino abierto durante la reunión (así que la cata no está alterada por los vapores etílicos), y podéis comprobar en la foto aquello que os comentaba de la escasa pigmentación del corcho (de una sola pieza, por cierto).
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