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domingo, 29 de septiembre de 2019

Quod superius 2013

Con la entrada de hoy terminamos la media docenita de tintos que tuve ocasión de catar en la celebración de los 30 años de Pifema, celebrada en un espacio para eventos que no conocía, llamado Harley (nos invitan a muchos eventos, pero es que hay lugares para celebrarlos a punta pala).

El espacio en cuestión. Está en la calle Alcalá (la más larga de Madrid), en un patio posterior dificilísimo de encontrar. Tiene pinta de haber sido un garaje o algo así en el pasado.


El caso es que, como alguna vez os he contado, en estos eventos es facilísimo emborracharse, pero no tanto catar como mandan los cánones (los cánones lo único que mandan, básicamente, es catar con calma y atención). Uno puede pimplar de todo, pero hacer una foto, escribir las notas de cata, conseguir copas limpias, que te sirvan una cantidad decente o hablar con el bodeguero, por citar algunas, son cuestiones, en ocasiones, simplemente imposibles.

Vale, os estoy contando un poco de rollo que no tiene que ver con el vino, pero me trae al pairo y sigo: me fui con los deberes hechos de casa, lo cual consiste en haberte leído la lista de bodegas y vinos previamente y decidir cuáles son los que quieres catar (y conocerte a ti mismo para saber tus límites). Me decanté por seis tintos de tres bodegas, y a correr.

De la media docena, tres eran de Hispano+Suizas, una bodega de Requena que suele hacer bien las cosas, y de la que no he logrado catar tanto como quisiera. Las otras fueron dos de Remírez de Ganuza y una de Abadía Retuerta, ambas reputadísimas y, por tanto, llenas de gente que le impide a uno catar en condiciones. Por eso me centré en esta.

En fin, vamos al vino en cuestión. Se trata del tope de la casa, como ya el nombre indica (quod superius significa, en latín, "qué por encima", pregunta retórica que presupone la superioridad de nuestro protagonista). Polivarietal de bobal (uva local) con cabernet franc, merlot y syrah (uvas galas extendidísimas por todo el mundo, en una suerte de plaga globalizadora vinícola); además de congelar la uva tras recogerla, marca de la casa, después se madura cada varietal por separado durante 20 meses, se cata y seleccionan las mejores barricas para el coupage y este se envejece otros diez meses más en barricas nuevas de 300 l, de roble francés. Qué de cosas.

Quod superius 2013
Bodegas Hispano+Suizas
DO Utiel-Requena
14%
Catado el 16 de septiembre de 2019.
  • Cereza de capa cubierta, con escaso brillo.
  • Intensidad aromática media: dulce de fresa, hoja de higuera, grosella negra, chocolate, crayón.
  • Liviano, con paso fresco (más de lo que auguraba la falta de brillo) y, como suele ser habitual en los tintos de esta bodega, cierta salinidad agradable en el paso. Fácil de beber (lo que no equivale a simple, sino que invita al siguiente trago), bien estructurado, sutil y con un final sorprendentemente persistente. Muy rico.
Servido en copa de Pifema, entre los demás tintos de la bodega.
Una vez más, la etiqueta no da demasiada información; así pues...


---aquí tenéis la contraetiqueta, plena de ella.


Por cierto, felicidades a todos los Migueles, Gabrieles y Rafaeles en su onomástica.

3 comentarios:

  1. Felicidades M. en tu onomástica ¿Crayón de qué color?

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    Respuestas
    1. Crayón color cereza, como el vino, por supuesto.
      Gracias por la felicitación; ¿cuándo es San Anónimo, para felicitarte a ti?

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  2. Me temo que los Anónimos no han sido muy queridos a lo largo de la historia y no tienen santo... Me quedo sin felicitación, una pena. Me encanta el crayón color cereza, buen color.

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