¡Traed madera, es la guerra!
Al preguntarle al dueño, que veis en la foto superior tras la barra, por una cerveza artesana local interesante, me recomendó una IPA elaborada a las afueras de Montpellier; IPA que, pese a ser francesa, lleva el nombre de un ave australiana muy simpática, cuyo macho elabora nidos coloridos y llenos de artefactos diversos para atraer a la hembra.
Bower Bird. IPA francesa. 6,5%
Catada el 27 de septiembre de 2019.
- Ámbar turbio, con crema blanquecina, no muy espesa, que deja un dedo de espuma imperecedero.
- Intensidad aromática alta: aromas de las maltas (café, galleta campurriana), de los lúpulos (pomelo, mango), miel y, muy a nuestro pesar, un punto de culete (ya hemos hablado de este defecto en el pasado: no es cacota, pero sí OGT, y no es lo más agradable del mundo, parafilias aparte).
- Seca, potente, con carbónico demasiado conspicuo. Amargosa, persistente, con aromas lupulados por vía retronasal. Si eliminásemos esa contaminación que hay en segundo plano y le quitásemos algo de gas sería muy interesante.
Muy buena etiqueta, muy buen bar, cerveza regulera.
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