Un buen resumen de lo que representa el Soho malagueño: arte (sobre todo urbano) y amor por la ciudad y la provincia (qué grande Chiquito de la Calzada). Por todo el barrio hay mucho graffiti.
Pues en este barrio, con graffiti, teatros y museos, se dio una sinergia particular: el grupo hotelero Premium y la megacervecera Cruzcampo decidieron abrir una fábrica de cerveza artesanal (más bien craft, que se supone que es lo mismo pero no es igual, que dirían los de Martes y Trece).
Y en la foto veis el resultado (parte, porque es enorme): restaurante, barra y fábrica de cerveza, además de un graderío y una tarima para conciertos y espectáculos. Decoración industrial y un montón de grifos, donde catar la cerveza que elaboran allí. Y esto es lo más interesante.
¿Por qué lo más interesante? Pues porque se desmarcan de las Cruzcampo industriales (que no suelen ser santo de devoción de los cerevisiáfilos, todo sea dicho) y sirven la birra que allí elaboran, que es diferente y, además, no se embotella ni se puede encontrar fuera de aquí. Tienen cinco constantes y otras dos limitadas (al menos de momento). Vamos hoy a probar una de las primeras, de inspiración belga. Su nombre, strong ale ("cerveza fuerte", no se han roto la cabeza).
El logotipo tal como aparece en el grifo desde el que la sirven.
Cruzcampo strong ale. Cerveza española de alta fermentación. 7%
Catada el 23 de noviembre de 2019.
- De color cobrizo opaco. Turbia, con crema color hueso, duradera.
- Nariz muy golosa (tal vez demasiado): flan, canela, caramelo, fresas.
- Ataque ligeramente abocado. Paso amplio y lento, no muy fresco. Amargor sutil. Persistencia elevada, con notas de Palotes de fresa por vía retronasal. En boca mejora.
Queda claro dónde está tomada la foto, ¿verdad?
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