Hoy vais a tener un ejemplo esclarecedor de por qué, entre las etiquetas presentes cuando cato un vino espumoso, nunca se encuentra la relativa a color (como sí ocurre en las catas de tranquilos y generosos).
Desde Sant Sadurní d'Anoia, población a la que me suelo referir como el epicentro de la DO Cava, llega este cava reserva, biodinámico y ecológico, elaborado exclusivamente con la variedad pinot noir.
Y ¿por qué digo lo del color de la capa en los espumosos? Porque es un follón, un quilombo, un lío tremendo. Mi primo Peter, que me convidó, me dijo que era rosado (la variedad invita a pensarlo; también es lo que dicen en la página-web de la bodega).
"Así pues, ¿qué problema hay, oh sumiller dicromatópsico?" os escucho clamar. Pues que al sacarlo de la nevera, él mismo dijo "anda, si es blanco". ¿Cómo? Pues que no era rosado. Al verlo vuestro sumiller de cabecera, pensé que a lo que se parecía era a los vinos naranjas (pero esos se elaboran con variedades blancas, así que tampoco valía).
¿Podría tratarse de un blanc de noirs, esto es, vino blanco a partir de variedades tintas? Esta parece la explicación más plausible, pero es que la bodega tiene un blanc de noirs (y no es este). Menudo follón, vaya quilombo, tremendo lío.
Si tengo que aventurar algo, diré que estamos ante un tiempo escasísimo de contacto con los hollejos, por lo que el mosto no se ha coloreado apenas (solamente ese tono anaranjado). Pero, como estas situaciones desembocan fácil y habitualmente en follones, quilombos y líos, siempre he preferido dejar al margen la etiqueta relativa a colores de capa cuando de espumosos se trata.
- Dorado cobrizo, abierto y limpio, con burbuja fina pero visible.
- Intensidad aromática media-alta: manzana, setas frescas, miel.
- Sequísimo, fresco. Paso ligero. Final largo, con reminiscencias de frutos secos. Muy majete.
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