Black Pearls

El aeropuerto internacional de Bruselas no está, en realidad, en Bruselas; ni siquiera en la región: se encuentra en Zaventem, un municipio perteneciente al Brabante flamenco que, eso sí, está a cuatro pasos de la capital.

La terminal de salidas del aeropuerto de Zaventem.

 

Aunque es un aeropuerto relativamente pequeño, no está descuidado, y tiene un buen número de cervecerías interesantes y, además, un curioso restaurante especializado en sushi y marisco, restaurante que cuenta con un buen oyster bar y una interesante selección de vinos blancos, ya tranquilos, ya espumosos: Black Pearls.

 Este es el main concourse de la zona internacional del aeropuerto (perdón por el anglicismo) y cuenta con tiendas, cervecerías, una réplica del formidable cohete de las aventuras de Tintín (invento del profesor Tornasol) y, en la foto, un atractivo sumiller. El que, a su lado, no se quita la mascarilla es su señor padre (tiempos pandémicos cuando la foto se tomó).

Frente al cohete y junto a un enorme ventanal que permite ver los aviones, está el restaurante. La decoración, minimalista, prima los negros y consigue de forma eficiente aislar del bullicio aeroportuario y dar cierta sofisticación al entorno (algo no tan fácil en semejante emplazamiento).

Aquí lo tenéis: el nombre es evidente; el ventanal todavía más. La estructura negra solo sirve para aislar visualmente, pero el efecto se nota y es de agradecer. En esta época contaba con un remedo artificial de cerezo en flor; la última vez ya no estaba.

 

Paso cada vez que voy a Bruselas, y le he terminado cogiendo cariño, porque me permite considerar el aeropuerto como un primer destino más que como un trámite engorroso e inevitable. Además, me permite traer a Bebercio algún vino blanco francés no muy caro de tanto en cuanto, y eso también mola.

El interior, para que apreciéis varias cosas: la luz natural que entra por el ventanal, la decoración curiosa, la división entre el oyster bar y el restaurante... y a mi señor padre, esta vez sin mascarilla, único ocupante del restaurante en esta foto.

 

Aunque los dueños son los del gigante Autogrill, el menú está elaborado por David Martin, que tiene dos estrellas Michelin en su restaurante La Paix, en Bruselas.  Veamos qué podemos comer:

 

 

Ostras Creuse-Fontenau: media docena, grandes y bien abiertas. No son especialmente baratas: la media docena sale por 28,50 €. Acompañadas por...

...pan negro, pan blanco y mantequilla.

Poké bowl: plato típico de la gastronomía hawaiana que se ha globalizado en los últimos años casi tanto como en su momento el sushi. En este caso lleva, sobre cama de arroz blanco, salmón ahumado, sésamo, mango, aguacate, pepino y wakame.

Ensalada de soba negros: soba son los fideos japoneses finos; aquí se sirven fríos junto a un clásico de la gastronomía belga: los scampi (cigalas peladas). También arroz, tirabeques, wakame, edamame y daikon (rábano encurtido, es lo que parece patata, pero no).

 

 

En esta foto tan cuca podéis ver un futomaki vegetal, apto para veganos, pegadito al ventanal: así demuestro fehacientemente que el restaurante no solo está en pleno aeropuerto, sino que tiene formidables vistas sobre el mismo.

 

 

Black Pearls

Chef ejecutivo: David Martin

Aeropuerto de Bruselas-Zaventem (terminal A), 1930, Zaventem

+32 27 19 77 07

https://www.brusselsairport.be/en/passengers/at-the-airport/restaurants-bars/black-pearls

Precio medio: 60 €