Estamos de celebración, claramente: puesta de largo, podríamos decir.
Antes de comenzar, quiero disculparme por el enredo del título. Lo suyo hubiera sido limitarse a "Mil vinos, mil cervezas"; pero en esta sociedad nuestra los números, símbolos e iconos van primando sobre las letras, así que me hacía ilusión lo de "1000" frente a "mil". Pero, claro, resulta que hemos llegado a mil entradas dedicadas al vino y... a mil entradas dedicadas a la cerveza, así que no son mil, sino el doble. Y del tirón, porque sabéis que los números van siempre parejos (no milimétricamente, pero sí grosso modo) desde que este blog empezara su andadura el 15 de abril de 2014. Que nunca ha habido ni diez más de uno que de otra o viceversa, para entendernos, en estos casi nueve años (los cumplimos la semana que viene).
Hablamos de mil entradas de cada, no necesariamente de mil catas. Hay entradas teóricas respecto tanto a la birra cuanto al morapio en las que no había cata; hay entradas prácticas en las que, de golpe, catábamos más de un ejemplar; hay restaurantes en los que menciono estar bebiendo ese vino o aquella cerveza que luego se nos pasa catar. Nos guiamos por las etiquetas que servidor coloca bajo cada entrada. Sirva esto como disclaimer de cara a quisquillosos (la minoría, lo sé, resalaos).
Como siempre que alcanzamos un hito en Bebercio, vamos a echar la vista atrás y hacer balance; luego hacia delante y (un pelín de) propósitos.
La cosa no es tan fácil, porque los números ya son altos y esto lo hace vuestro sumiller favorito sin siquiera una calculadora, mucho menos un programa informático. Los de Blogspot/Blogger no ayudan a este respecto, por cierto (o yo no me entero, que bien podría ser y tiene las mismas consecuencias).
Para las cervezas me voy a servir de mi RateBeer, porque cato también allí y te pone los datos en bandeja. Pero hay un problema: lo que he catado aquí y lo que he catado allá no es exactamente igual. Mecachis. Allí llevo unas 1250 birras, y me consta que algunas de Bebercio no aparecen por esa página y, a la par, en la misma se pueden catar (y cato) cosas que por aquí no, como sidras o sakes. Jo.
Pese a todo, y siempre de cara a un resumen cuantitativo, sí nos va a servir para hacernos una idea de cómo vamos: el 29% de las cervezas catadas son españolas, y el 23% son belgas. Así pues, más de la mitad (52%) de lo que hemos catado, beer-wise, viene de solo dos países. ¿Sorpréndenos? Ni de Blas: este es un blog español y viajamos todos los años al país de la cerveza, que es Bélgica. Sesgo total, cierto. Mea culpa.
Oiga, ¿y la otra mitad? Pues 8,2 del Reino Unido, 7% alemanas, 6,5% estadounidenses y casi un 5% neerlandesas. Aunque es evidente que hemos catado cervezas de hasta 50 países más, algo de matemática nos revela que solo suponen, apróximadamente, un quinto del total (un quinto, qué oportuno tratándose de cerveza).
Pasemos ahora al tema del vino. Aquí no hay página alternativa que valga, pero las etiquetas bebercieras vuelven a ser de utilidad, porque me voy a centrar en las DOs (recordad: denominaciones de origen). El objetivo de catar al menos un vino de cada una de las españolas sigue pendiente. Y algo me dice que va a seguir así un tiempo, porque no es tan fácil conseguir según qué DOs. Y no os cuento ya de las portuguesas (y mira que vamos a Portugal, a toda su geografía) o de las infinitas italianas, o de las abstractas alemanas, o de las carísimas francesas (que se subdividen hasta la náusea) o de las, a menudo, inexistentes del Nuevo Mundo. Y todas las demás. Sísifo tenía una roca. Lo mío mola más, pero tiene los mismos visos de completarse.
A ver, espero no perderme y que los números sean correctos: llevamos, si la cuenta no me falla, 52 DOs españolas (incluyendo una DOC y una DOQ) y ocho vinos de la tierra (VTs). Sesenta orígenes españoles, pues. Once DOCs portuguesas y cinco vinhos regionãis (VRs), esto es, 16 vinos lusos. Suma sumando, 76 orígenes peninsulares.
Y esto sí es el grueso del total: tened en cuenta que hay dos periplos anuales: a Bélgica a catar birra y a Portugal a catar vino. Es cierto que tenemos mucho vino más, de todo el mundo: desde Canadá a Nueva Zelanda y Australia o de Chile y Argentina hasta Sudáfrica, pero no son la parte mollar de lo catado, no nos engañemos.
Por curiosidad, ¿hay vino belga o cerveza portuguesa? Qué buena pregunta; claro que hay: siete vinos belgas (todos ellos blancos, ya tranquilos ya espumosos) y nada menos que 25 birras lusas (aunque, ahora que me fijo, ocho de ellas están en borradores: digamos, pues, 17).
Bien, hasta aquí el balance y recuento. "¿Y aquello de mirar hacia delante y entrar en propósitos, oh, sumiller de marras?" os escucho clamar. Cómo sois.
Pues esto lo vamos a hacer corto, que bastante entrada llevamos ya: darlo todo para catar todas las DOs españolas (y, ya puestos, portuguesas, que el ritmo no pare) y, como en las cervezas ya estamos muy, pero que muy a tope (hemos catado maravillas en lo cualitativo y, en lo cuantitativo, de casi todo y en colores), simplemente seguir a tope. Es verdad que hay gente que ha catado más de 20 000 cervezas, pero creo que ahí hablamos más de cantidad que de variedad (y de cirrosis, ya puestos). Y tenéis razón: seguro que me equivoco, por lo que vamos a seguir al pie del cañón catando, siempre con números equivalentes entre cerveza y vino.
Gracias por estar ahí durante estas dos mil entradas (2000, se dice pronto). Os espero en las siguientes.
Besos y abrazos.
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