Esta maravilla que elabora De Struise en Oostvleteren (Bélgica) la hemos catado en varias ocasiones y bajo distintas condiciones: de botella, en su añada de 2013, en la cervecería Polar (Madrid); envejecida durante 12 años, en su añada de 2009, en Kulminator (Amberes); y, rizando el rizo, el resultado de su congelación parcial doble (para concentrar alcohol): Black Damnation V, de grifo, en la propia casa (Oostvleteren, como queda dicho).
Pues como nos parece poco, vamos a catarla ahora nuevecita, recién sacada al mercado, en su edición de 2019; esta vez de grifo y en el Delirium Café (Bruselas), que está en el Libro Guinness por ser la cervecería con una mayor carta de birras del mundo (2004 cuando se llevaron el título; la cifra hace referencia tanto al número de cervezas diferentes como al año en que se llevaron el récord).
Catada el 21 de septiembre de 2022 en Delirium Café.
- Nigérrima y brillante, con crema color café con leche que baja rápidamente dejando apenas un milímetro.
- Intensidad aromática elevada (incluso bien fría, que es como la sirvieron; afortunadamente es una cerveza para beber despacio y dejar que vaya ganando temperatura): ciruelas negras, tanto frescas como prunas; arándanos, dátiles, violetas; hogar, melaza, miel, zarzaparrilla, tabaco...
- Ataque abocado. Paso potente y con muy buena acidez fresca para equilibrar lo potente y corpulenta que es. Final amargoso, muy largo, con notas de café y batido de chocolate. Incluso joven es genial, aunque se beneficie de la guarda claramente.
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