Aunque la grafía propuesta por Howard Phillips Lovecraft (el inventor del monstruo en cuestión) fuese "Cthulhu", numerosas otras se pueden encontrar: Tulu, Katulu, Kutulu o, como hoy, Kthulhu. ¿Y ese quién es? Como una imagen vale más que mil palabras, aquí va:
"...un monstruo de perfil vagamente antropomórfico, pero con una cabeza semejante a la de un pulpo cuya cara fuera una masa de tentáculos, un cuerpo con escamas, de aspecto gomoso; tremendas garras en las extremidades delanteras y traseras, y alas largas y estrechas..." (H. P. Lovecraft (1928): The Call of Cthulhu. Traducción de Jordi Zamarreño).
La gente de Drunken Bros. ha propuesto a los de De Molen una colaboración interesantísima bajo el nombre de este monstruo convertido ya en icono cultural y popular. El resultado es Kthulhu, una stout que no se salta un galgo.
- Parda brillante, tan oscura que es casi negra. Crema avellanada, espesa, consistente y duradera. Preciosa fase visual.
- Intensidad aromática elevada: café, cacao, batido de chocolate, haba tonka, palo santo, moras sobremaduras y, ciertamente, avellana. Formidable fase olfativa.
- Untuosa, con ataque ligeramente abocado. Mucho cuerpo. Paso sedoso, ateciopelado. Final muy amargoso, perfectamente equilibrado por la acidez y el dulzor. Persistencia muy elevada. Por vía retronasal llegan nuevas notas de chocolate, café y Nocilla. Deliciosa fase gustativa.
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