¡Feliz Año Nuevo!
Vamos a celebrarlo por todo lo alto, comiendo en un formidable restaurante. Antes, un poquito de historia:
El Bodegón fue durante cuatro décadas la niña de los ojos de Plácido Arango, el patriarca del grupo Vips (hoy prácticamente desaparecido, al margen de que su nombre, que no su empresa, se vea en algunos locales).
El restaurante estaba en la calle Pinar, en el exclusivo barrio de El Viso, en Madrid, y contaba con sus cinco tenedores y, como cabría esperar, generaba pérdidas: un restaurante de postín pierde siempre. El Bodegón vivía de Vips, Gino's y demás familia. En 2014 cerró, y dos años después apareció, en el mismo emplazamiento, A'Barra.
Perteneciente al mismo grupo que el desaparecido Álbora, (donde recaláramos a principios de la presente década), esto es, La catedral de Navarra y Joselito, A'Barra ocupa el mismo local que El Bodegón, también se destina fundamentalmente a comidas de negocios y ha terminado ostentando una estrella Michelin.
El acceso al restaurante con su marquesina volada (y decoración navideña, como corresponde a un día como hoy).
La sala principal, con las mesas bien separadas y escasa iluminación (pese a los ventanales).
La bodega, con una importante colección de jereces viejísimos.
La barra, de una sola pieza de 14 toneladas, es menos un bar y más un espacio para eventos.
Vamos a ver qué se puede comer aquí:
Puerro a la brasa, dashi vegetal: atención, que todo lo que vais a ver son medias raciones (así podemos probar más). El restaurante ofrece esta opción en todos salvo cuatro de sus platos.
Vainas, berberechos y escabeche. Aunque no suele considerarse protocolario, en A'Barra comprobé que mojar pan es una opción inexcusable. Menudo escabeche.
Ensalada de quisquillas, corales y Codium. Codium tomentosum es un alga verde, también llamada "cuerno de terciopelo", abundante en el Atlántico nororiental. Se come en ensaladas, a las que aporta textura. Si no os mola el rollo gelatinoso, absteneos.
Salteado de setas de temporada con salsa de naranja: un plato que tenían fuera de carta. rebozuelos, niscalitos y trufa negra en un platillo muy logrado. Para los micólogos.
Ravioli de queso ahumado y caviar. Con una estupenda salsa cítrica. Uno de los platos mejor conseguidos que tuvimos ocasión de probar.
Bogavante nacional, tomate asado y algas. El tomate asado está en la salsa, por si os lo preguntabais. Una salsa riquísima en la que, de nuevo, es imperativo mojar pan.
Vamos cerrando: los dos o tres que me leéis habitualmente sabéis que mi postre predilecto es el salado por excelencia: quesos. En este caso, media tabla con Puigpedrós, Gamoneu (del puerto), Fiore sardo, Roquefort Carles y Cabrales El Teyedu. Para amantes de los quesos fuertes, como vuestro sumiller de cabecera.
Si preferís postres dulces, esta es una opción fantástica: lemon pie con helado de albahaca. Hasta la vajilla hace juego con el helado. Un bocado magnífico, con su flambeado incluido.
Para cerrar, café y mignardises: el espresso, de entrada, muy correcto; algo difícil en Madrid, donde el café se descuida demasiado. Como acompañamiento, de izquierda a derecha: buñuelitos borrachos, suspiros de modistilla de After Eight y bizcochitos de fresa y nata.
A'Barra
Jefe de cocina: Sergio Manzano
Pinar 15, 28006, Madrid
+34 638 950 936
https://restauranteabarra.com/
Precio medio: 57 € / Menú de degustación: 158 €
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