Casa Pedro

¿Cuál es el restaurante más antiguo del mundo?

Esta pregunta, aparentemente sencilla, no tiene respuesta fácil. En el Libro Guinness mencionan Sobrino de Botín, en Madrid, y citan el año de 1725. Esto es una leyenda, dado que Botín abrió en 1865; sigue siendo muy antiguo, pero no el más antiguo.

Incluso si aceptamos 1725, hay que reconocer que 1702 es anterior, ¿verdad? Bueno, pues Casa Pedro, donde hoy vamos a recalar, abrió ese año en Fuencarral (Fuencarral era antaño un pueblo de la provincia de Madrid, hoy es un barrio de la capital, que ha crecido hasta fagocitarlo). ¿Por qué el Guinness no habla de Casa Pedro?

Vuelven los líos de papeles. Resulta que Casa Pedro ha sido siempre, y sigue siendo hoy, un negocio familiar. En la familia saben qué ancestro lo abrió y cuándo, pues ha pasado el legado de generación en generación, pero no hay documento oficial hasta 1825. Pese a lo cual, 1825 sigue siendo fecha anterior a 1865, así que con los papeles en la mano Casa Pedro sigue siendo anterior a Sobrino de Botín. Pero unos cardan la lana y otros llevan la fama.

El acceso al restaurante, que ocupa todo el edificio: tres plantas con varias salas y reservados, una barra, varias cocinas y aseos.

 

 

Bajando por la calle de Antonio Molina, un poco más allá de la imagen anterior, está la bodega del restaurante. Antes se podía comer en ella, pero desde la pandemia ha dejado de ser visitable.

La planta baja. Al fondo se ve la barra de bar; a la izquierda está el comedor principal, única sala accesible con silla de ruedas.

Este es el salón del primer piso. Y justo encima tenemos...

...la terraza, espaciosa y acristalada, muy luminosa y con vegetación viva.

Un detalle antes de pasar a los platos: el antiguo horno de piedra de la casa.

La cocina de Casa Pedro es castellana tradicional con varios platos típicos madrileños: cocido, callos, caracoles, mollejas, rabo de toro... Vamos viendo opciones:

Caracoles a la madrileña, con sus pinzas a la derecha de la imagen. Obligatorio hacer barquitos con mendrugos de pan en la salsa. El caracol típico de Madrid pertenece a la especie Cornu aspersum (la que en Andalucía llaman "burgajo"), y no Helix pomatia, que es la empleada para los escargots à la bourguinonne.

Alcachofas con Boletus: normalmente van con jamón, pero como servidor no come carne las pusieron con ceps. Deliciosas. Por cierto, vajilla de la abuela. Veréis que alternan entre este tipo de platos y los más modernos, como el que servía de bajoplato a los caracoles en la imagen anterior, o la fuente de la siguiente.

Croquetas de jamón: si seguís comiendo carne, estas croquetitas minúsculas son un entrante apetitoso.

Pimientos rojos asados con ventresca de bonito: en caso de que sigáis comiendo pescado, esta ensalada fría es una buena opción. Volvemos a la vajilla de la abuela.

Y, si seguís siendo carnívoros (allá vosotros), aquí tenéis un solomillo de ternera con patatas fritas y pimiento frito. Un clásico. Podéis pedirlo con el hueso, que es más jugoso; o sin él, más fácil de cortar.

Ya sabéis que el café (como este espresso) da la pauta final para apreciar un restaurante. Si, como en este caso, es correcto, uno se va satisfecho. Un aspecto importantísimo que, a menudo, se descuida. Menos mal que aquí no.

Otras cosas positivas que en muchos restaurantes a veces se olvidan: como os decía más arriba, tienen zonas accesibles para personas con movilidad reducida y pueden adaptar los platos si uno es vegetariano. También dejan entrar perros. Abren todos los días, tienen aparcacoches, no piden señal al hacer la reserva y uno dispone de su mesa tanto tiempo como necesite, no le echan al cabo de dos horas para encajar otros comensales. Mola.

Casa Pedro

Gerente: Pedro Guiñales

Nuestra Señora de Valverde 119, 28034, Madrid

+34 917 340 201

https://casapedro.com/

Precio medio: 45 €