Buscar en Bebercio

Donar

sábado, 9 de agosto de 2014

Michelada

Hace bastante tiempo que no traemos un cóctel al blog, concretamente desde que hablamos del Black Velvet (a base de cerveza y vino espumoso). Pues bien, hoy vamos a echarle un vistazo a otro cóctel a base de cerveza, en este caso la muy mexicana michelada.

La michelada la conocí yo gracias precisamente a un jefe mexicano que tuve hace años y que, a día de hoy, todavía me debe miles de euros; sin embargo me descubrió este brebaje formidable y le estoy agradecido por ello (por el pufo que dura años no, claro). Él me decía que era el mejor remedio para la resaca y que, además, era muy alimenticia, siendo capaz de tomarse tres seguidas como sustitución de una comida.

¿En qué consiste este cóctel? Se trata de una cerveza preparada, algo bastante frecuente en México, donde a la birra le añaden de todo. Hay muchísimas recetas distintas, y todas tienen en común solo unos pocos ingredientes: cerveza mexicana, zumo de lima (a veces de limón), sal, chile y hielo. Llama la atención eso de echarle hielo a la cerveza, desde luego, pero más extraños son algunos ingredientes habituales de los que os paso a hablar.

No es raro que se le añadan jugo Maggi, salsa Perrins, chamoy (una salsa a base de fruta deshidratada y chile), salsa Valentina, Tabasco e, incluso, Clamato, que es un zumo de tomate con un poquito de salmuera de almejas envasadas (¡toma ya!). En el caso de llevar este último ingrediente la michelada es, en ocasiones, denominada chelato.

Aquí la tenéis antes de mezclar con la cerveza. En este caso no lleva Clamato. La rodaja de limón no es canónica, sino una variación. Podéis ver que la mayor parte es cerveza y hielo, pero los ingredientes adicionales tienen todos una personalidad muy fuerte y se notan en el resultado. El borde escarchado de sal y chile es habitual.
 

La michelada lista. Mi elección es Negra Modelo, me parece la cerveza que más le va, aunque se puede elaborar con otras. Esta es la michelada de la Taquería de Birrä, la más antigua de Madrid, en la plaza de Las Comendadoras.


Es posible que os preguntéis "¿y semejante mejunje está bueno?" A mi entender, delicioso; no obstante, conozco mucha gente a la que no le gusta ni un pelo. Hay quien dice que es un gusto adquirido, pero a mí me encantó desde la primera vez que la probé, y la afición ha ido a más con los años.

Respecto al origen del nombre, hay varias teorías, a cual más peregrina. Hay quien dice que la inventó un tal Michel Ésper y que de su nombre de pila deriva el del cóctel; hay quien dice que es la contracción de "mi chela helada" (chela es una forma habitual de llamar a la cerveza en México), otros que viene del inglés "mixed chilled (beer)", es decir, "cerveza helada mezclada"... En fin. Lo más probable, como decía un profesor mío, es que quién sabe.

Otro problema terminológico radica en qué es lo que la gente tiene en mente cuando habla de la michelada. En mi caso es lo que os he contado hasta ahora, pero me he encontrado muchas variaciones. Por un lado, los hay que dicen que una michelada es, sencillamente, cerveza mexicana con limón, sal y hielo; y que para referirse a lo que os he contado hay que especificar "michelada completa" o "michelada cubana". Luego están los que dicen que no, que una cerveza mexicana con limón, sal y hielo es una "chelada", y que la michelada tiene obligatoriamente que llevar Maggi, Lea & Perrins, Tabasco, etc. Luego tenemos aquellos para los que eso de chelato es un nombre moderno y toda michelada debería llevar Clamato. Vamos, un rosario de interpretaciones para este cóctel  mexicano a base de cerveza. A vuestra salud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario