No sé si lo recordaréis, pero la primera entrada práctica (es decir, la primera cata) de este maravilloso blog fue acerca de la Westmalle dubbel, una de las dos cervezas que elaboran los monjes de esta abadía. Al día siguiente catamos la misma cerveza en formato de 75 cl y, desde entonces, no habíamos vuelto por allí. Pues bien, ha llegado la hora, y nos vamos a acercar a probar la otra birra: Westmalle tripel.
Ya os he contado un montón de veces que son precisamente los de Westmalle los que se inventaron esta nomenclatura de cerveza doble y cerveza triple, refiriéndose, respectivamente, a una ale parda, dulzona, sin amargor y de grado alcohólico sobre 7%; y a una ale rubia, algo menos dulzona, algo más amargosa y con un grado de 9,5%. Tuvieron tanto éxito que no tardaron en salir imitadores, y hoy se habla de dubbel y de tripel con total normalidad para referirse a cervezas de muy distintos elaboradores.
Estos son los campos de cultivo de la abadía de Westmalle, que puede verse al fondo.
Westmalle tripel. Cerveza trapense belga. 9,5%
Catada el 21 de septiembre de 2014.
- Amarillo pálido algo turbio, con abundante carbónico y abundantísima crema nívea muy consistente.
- Intensidad aromática elevada: plátano, masa de pan, hoja de higuera, lemon curd*, un punto de galleta. Una nota balsámica clara e interesantísima de menta fresca.
- Viva, punzante, de paso marcado. Final amargoso de persistencia media. Muy grande.
Una cerveza magistral. En Poncelet Cheese Bar (en la foto) la eligieron muy acertadamente para maridar con sus quesos. A decir verdad, en la abadía también elaboran quesos trapenses (de vaca).
*Lemon curd: postre tradicional inglés elaborado con limón, yema y azúcar. Muy típico con panecillos para acompañar el té de las cinco. Tiene un aroma muy particular, una especie de mezcla entre natillas (sin canela) y limón.
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